La Real Federación de Balonmano está decidida a iniciar las competiciones de ámbito estatal en septiembre. La Xunta de Galicia no tiene previsto autorizar a corto plazo la práctica deportiva de aquellas disciplinas en las que hay contacto entre jugadores. Y en medio del fuego cruzado están clubes como el Cisne o el Teucro que se ven obligados a continuar con los entrenamientos por si vuelve la competición con la obligación de cumplir un estricto protocolo de separación que lastra su preparación. Además, si quieren disputar partidos de pretemporada están obligados a cruzar el Miño porque en Galicia no se puede jugar.
"Es cierto que la Federación no tiene la culpa de que no podamos entrenar, no son competentes, pero sí que es cierto que ellos quieren empezar muy pronto. No se debe empezar mientras no haya un protocolo a nivel estatal", sostiene el miembro de la junta gestora del Teucro Jose Ameijeiras poniendo como ejemplo la forma de actuar de la Real Federación Española de Fútbol, que continúa sin fijar el inicio de la Segunda B.
Entre la espada y la pared se encuentran en el Cisne. "Tenemos que acatar las normas", admite el presidente Santi Picallo agobiado por la cuenta atrás de cara al inicio de la liga. "Pero es que en tres semanas empezamos", contrapone sin saber muy bien cómo actuar. "Aquí nadie quiere mojarse", lamenta en referencia a la inmovilidad de la Xunta para flexibilizar la normativa para los clubes de élite y la falta de comprensión por parte de la RFEBM.
Las consecuencias de esta situación no son solo deportivas. "Al marcar el inicio hay que pagar cuotas, tramitar las fichas y los seguros", apunta Ameijeiras quien denuncia también la falta de seguridad en los desplazamientos. "Nosotros no podemos permitirnos hacer PCRs a los jugadores toda la semana, ¿quién nos dice que no pueden contagiarse en Barcelona o uno de Córdoba cuando vengan aquí?", plantea el directivo.
Si el calendario sigue adelante, tanto a Cisne como a Teucro no les quedará más remedio que cruzar la frontera para disputar algún partido de preparación. "Tenemos tres partidos en Portugal", detalla Picallo la programación de su club, mientras que el cuadro vecino trabaja ya en la organización de un partido en el país luso.
La incertidumbre afecta también a la base. La Secretaría Xeral para o Deporte todavía no tiene decidido cómo retomar las categorías inferiores, algo que preocupa mucho en el Teucro. "En la base no hay fecha y eso puede hacer que perdamos gente en las categorías inferiores, pueden irse a otros deportes como el atletismo, que sí puede entrenar y competir", contrapone Ameijeiras que, como Picallo, permanecen a la espera de novedades tanto en las normas sanitarias autonómicas como en el calendario de las competiciones.