Cualquier parecido entre el fútbol y lo que Pontevedra y Peña Sport realizaron fue mera coincidencia. Unos y otros rivalizaron en ofrecer un partido infumable, en el que la calidad técnica no apareció por ningún lado, y las jugadas de mérito tampoco, hasta los últimos minutos.
Y eso que en apenas dos minutos y medio los granates crearon hasta tres ocasiones de marcar, dejando en evidencia la razón por la que el cuadro navarro está casi desahuciado. Las facilidades defensivas visitantes se vieron beneficiadas de la falta de puntería de la delantera local, que parece haber entrado en fase de sequía o ceguera preocupante.
Borjas, en dos ocasiones, y Jandrín, la más clara, no acertaron, y ahí se acabó casi todo. Huérfano de dirección en la medular, con un Queijeiro desacertado en la construcción, lo que ya no viene siendo novedad, el inicio de juego local pasaba casi siempre por complicados pases excesivamente largos desde la defensa a los hombres de arriba, de los que les separaba una distancia excesiva.
En este escenario, el Peña Sport empezó a encontrarse tan cómodo, como a demostrar sus carencias, limitándose a buscar alguna acción a balón parado, de las numerosas que concedieron los de Luisito, que también ahí se equivocaron, dando al rival la única arma que podía inquietarles.
Los granates desaparecieron, incapaces de hacerse con el control del balón, penalizados por los constantes errores en los pases, y únicamente rebasada la media hora volvieron a acercarse con peligro. Fue un centro de Adrián que llegó al segundo palo donde Borjas estaba sólo, pero su remate de cabeza, de los que no se pueden fallar, salió alto.
Luego nada. Se había visto a un Pontevedra vulgar, conformista, sin la intensidad habitual, y a un Peña Sport casi resignado, con escasos argumentos futbolísticos, y como dando por sentado que su descenso es sólo cuestión de unas pocas jornadas más.
Luisito hizo calentar antes de que finalizase la primera mitad a Mouriño, Jacobo y Anxo, si bien al regreso de vestuarios hizo comparecer sólo al primero, por un Hugo sin chispa. Poco después entraría Anxo por Bello y pasada la hora de juego, Jacobo por Queijeiro. Nada extraño, visto el rendimiento de los sustituidos, si acaso preguntarse las razones de no haberlos realizado antes, o incluso el por qué de determinadas presencias en el once titular, ante su bajo rendimiento en anteriores ocasiones.
Pese a los cambios, le costó cambiar la dinámica al equipo local. Mouriño y especialmente Jacobo fueron responsables de la mejoría. El primero hizo sonar la campana con un lanzamiento de falta, que obligó al meta visitante a despejar con apuros. Pero el desacierto se había instalado en el equipo, que encontró la solución a sus males en una jugada sin aparente peligro en el que el central visitante Beñat hizo el regalo de pascua. Restaban 10 minutos cuando se duerme para despejar un balón, Borjas interpone el pie, y Beñat le derriba de forma tan clara como inocente. El penalti provoca además la expulsión de Beñat, y Borjas lo transforma, tirando por alto y a romper. Imparable.
Con todo resuelto el Pontevedra vuelve a la siesta y casi le cuesta caro. Jorge Rodríguez en una contra se planta de forma incomprensible sólo ante Edu, le regatea y dispara a puerta vacía. Cuando el balón estaba a punto de entrar, de la nada aparece Verdú, providencial, para evitar que el único remate entre palos de los navarros acabase en disgusto y sorpresa.
Como si fuese un toque de corneta, el Pontevedra despertó y pudo terminar goleando. No sería justo, porque su juego no merecía tanto premio, pero en el tiempo de descuento acumuló hasta tres ocasiones clamorosas para ampliar la cuenta. Jandrín, en pared con Borjas, remata al pecho del portero. Borjas a pase de Jacobo la manda arriba y el mismo Jacobo, tras caño incluido al portero, ve como Ezcurra saca bajo palos un balón que se colaba.
PONTEVEDRA CF (1): Edu; Adrián, Pablo, Bruno, Verdú; Kevin Presa, Queijeiro (Jacobo, minuto 65); Hugo (Mouriño, minuto 46), Bello (Anxo (Minuto 54), Jandrín; y Borjas.
PEÑA SPORT FC (0): Jorge López; Samuel, Garde, Beñat, Odei; Iturralde, Rubio; Toni (Giles, minuto 56), Cardo (Ezcurra, minuto 85), Jorge Rodríguez; e Imanol (Manjón, minuto 70).
Árbitro: Alejandro Fernández Pérez (Cataluña), auxiliado en las bandas por Martí Huertas Vázquez y David López Jiménez. Expulsó por doble amonestación al jugador visitante Beñat (minuto 80). Amonestó a Queijeiro, Pablo, Borjas y al entrenador, Luisito, por el Pontevedra, y a Imanol, Iturralde, Samuel, Odei y Garde, por el Peña Sport.
Goles: (1-0) Minuto 81: Borjas, de penalti.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 1.200 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado terrorista de Bruselas.