Breve pero intensa. Así ha sido la etapa del técnico Álex Salgado en el Pontevedra CF. Una temporada en la que llegó como analista el pasado verano para acabar siendo algo más que la mano derecha de Juan Señor al frente del primer equipo granate.
El preparador ha hecho oficial este viernes con un mensaje en sus redes sociales el punto y final a su etapa en Pasarón. Lo ha hecho con un texto que refleja su forma de ser y de trabajar, discreta, agradecida y humilde. "Oficialmente termina mi etapa en el Pontevedra C.F. Muchas gracias a todos los que habéis estado apoyando toda la temporada y a Antonio Fernández y Toni Otero por darme la oportunidad. Un granate mais!", recoge un comunicado en el que no hay mención al consejo de administración.
Y las respuestas de la afición tampoco se han hecho esperar. En un año en el que todas las críticas estuvieron centradas en el banquillo y en el palco, Álex Salgado es una excepción. "É bastante complicado saír ben parado desta tempada e ti lográchelo. Grazas polo teu traballo", compartía un aficionado agradecido. "Muchísimas gracias por tu trabajo, Álex. La afición reconoce tu entrega y sacrificio por el granate. Entrenador. Te deseamos los mejores éxitos", añadía otro. "Grazas polo teu traballo, o máis salvable deste ano. Contra vento e marea. Sorte!", "Muchas gracias, todos sabemos el gran trabajo q has hecho!!! Mucha suerte" o "aquí sempre estarás na casa. Sorte no futuro, seguro que non a vas necesitar".
Un sinfín de mensajes de despedida que reflejan el cariño que el preparador se ha ganado por la afición en apenas unos meses. Llegó como un gran desconocido a pesar de tener una larga trayectoria en el fútbol pontevedrés y se va con el reconocimiento de toda la hinchada.
En el mes de agosto del 2022 comenzó a trabajar Salgado con el primer equipo granate. Fue el único asistente que pudo incorporar Antonio Fernández a su proyecto. Su labor principal era la de analista, estudiar al rival y hallar las debilidades del equipo a través del vídeo. En las primeras semanas de competición, hasta que el club adquirió una cámara moderna para grabar de forma automática los partidos y los entrenamientos, Salgado no pudo sentarse en el banquillo, tenía que atender la videocámara de forma manual desde lo alto de la grada de tribuna. Tampoco pudo viajar en los primeros desplazamientos fuera de casa.
Su peso en el día a día del equipo fue creciendo con el paso de las semanas hasta trabajar codo con codo con Antonio Fernández y Sergio Moreira.
Tras el cese del técnico pontevedrés, Toni Otero fue reconvertido a entrenador, echó a Sergio Moreira y ascendió a Salgado a segundo entrenador. Pero fue después del fracaso del experimento de Toni Otero cuando Salgado tuvo que asumir las riendas del trabajo del primer equipo.
Llegó Juan Señor a Pasarón con un estilo de trabajo poco habitual en el fútbol moderno español. El cuerpo técnico encabezado por Álex Salgado era el que diseñaba las sesiones de trabajo y las dirigía sobre el césped, también seguía ocupándose del análisis del rival, de dar las órdenes desde el banquillo en los partidos y de innumerables tareas cotidianas que en la mayor parte de los equipos profesionales están delegadas en los diferentes integrantes de los cuerpos técnicos. Señor, por su parte, era el encargado de las charlas motivacionales y de las alineaciones, labor en la que también tenía asesoramiento externo.
Tras unas breves y merecidas vacaciones después de una temporada convulsa, los caminos del Pontevedra y Álex Salgado se separan. Un adiós que engloba la satisfacción de haber hecho realidad su sueño de haber formado parte del cuerpo técnico del Pontevedra.