Coruxo y Pontevedra reparten puntos, ocasiones y dominio (0-0); los granates terminan de nuevo con diez

Pontevedra
12 de enero 2020

Rompió el Pontevedra su racha de derrotas y lo hizo empatando en O Vao ante el Coruxo, en un partido con dos tiempos muy diferentes. Dominio absoluto de los locales en la primera parte y superioridad granate tras el descanso, con un balón al poste para cada equipo y expulsión de Álex González a falta de 14 minutos, lo que privó a los de Carlos Pouso de seguir buscando la victoria, optando por no arriesgar para asegurar el empate

Partido entre Coruxo y Pontevedra en O Vao
Partido entre Coruxo y Pontevedra en O Vao / Diego Torrado
Declaraciones de Carlos Pouso tras empatar con el Coruxo /

Rompió el Pontevedra su racha de derrotas y lo hizo empatando en O Vao ante el Coruxo, en un partido con dos tiempos muy diferentes. Dominio absoluto de los locales en la primera parte y superioridad granate tras el descanso, con un balón al poste para cada equipo y expulsión de Álex González a falta de 14 minutos, lo que privó a los de Carlos Pouso de seguir buscando la victoria, optando por no arriesgar para asegurar el empate.

Se enfrentaban dos equipos en trayectorias opuestas. Un Coruxo crecido y confiado, especialmente en su campo, y un Pontevedra en horas bajas, con preocupantes síntomas y encadenando resultados negativos.

Clara superioridad del Coruxo en la primera parte, frente a un Pontevedra incapaz de disparar a puerta ni una sola vez, ni crear el más mínimo peligro en el área viguesa. Si los primeros minutos fueron de tanteo, pronto se vio que los de Míchel Alonso estaban varios pasos por delante, tanto en juego, como especialmente en intensidad, ante un equipo granate despistado e incapaz de conectar, las pocas veces que tenía el balón, con los hombres de arriba.

Lastrado, además, por la "generosidad" arbitral a la hora de repartir tarjetas en una sola dirección, a los 6 minutos Mejía y Romay estaban apercibidos, y al filo de la media hora se les unían Álex Fernández y Nacho López, lo que condicionaba claramente las acciones en zonas de especial compromiso, como es la de los dos mediocentros del cuadro de Pouso.

Claro que no se podía echar toda la culpa al árbitro, sino a la superior velocidad de juego de los locales, que no conseguían frenar los visitantes. Mientras el Coruxo alternaba el toque en corto con desplazamientos directos buscando la espalda de los centrales sobre un activo Silva, el Pontevedra carecía de recursos y sus envíos sobre Adiguibe acababan siempre con la anticipación de los defensores verdes.

Por si ello fuera poco, los segundos balones eran siempre para el Coruxo, dando segundas y terceras oportunidades que, afortunadamente para los granates, no fueron aprovechadas por los atacantes vigueses.

De las ocasiones generadas por el equipo local, dejando al margen disparos lejanos desviados, hubo tres acciones que pudieron terminar en gol. La primera con polémica incluida, cuando a los 8 minutos de partido Álex Fernández derribaba a Mateo dentro del área. Pareció penalti, pero posiblemente el afán del delantero de adornar la caída llevó al error al colegiado.

Más clara aún fue la segunda, a los 21 minutos, cuando Silva se fue de Jaouad, habilitándose el espacio para rematar, aunque lo hizo flojo y Víctor Vázquez rozó lo suficiente para que el balón, con Edu sin opciones, fuese a estrellarse a la cepa del poste.

Y la última, justo antes de finalizar la primera parte, en un disparo de Añón que rechazó con apuros Edu.

Lo único bueno de esos primeros 45 minutos para el Pontevedra había sido el resultado, que le permitía mantener esperanzas de que todo cambiase tras el paso por vestuarios.

Y cambió, vaya si cambió. Al menos hasta el momento en que el colegiado dejó a los granates en inferioridad expulsando a Álex González. Pouso movió piezas, o más que piezas sistema y forma de juego, devolviendo a un equipo que pasó de dominado a dominador, iniciando la construcción de juego desde atrás, haciéndose dueño del balón, consiguiendo que el Coruxo fuese ahora el que perseguía sombras.

Bien es verdad que las mejores opciones para los granates llegarían a balón parado, en los que pudieron inclinar la balanza a su favor, pero lo más importante es que el conjunto visitante dejó de sufrir y Edu no tuvo que intervenir.

Romay, de cabeza, remataba un corner que salió muy cerquita del poste y el mismo Romay, también de cabeza, remataba una falta lateral lanzada por Álex Fernández, para mandar el balón al poste para alivió de un Alberto impotente para intervenir.

Míchel Alonso empezó a ver las cosas mal para los suyos e intentó equilibrar fuerzas en la zona ancha, aún a costa de sacrificar a un delantero, Silva, para dar entrada a Jacobo Trigo. Pero ni con esas. El Pontevedra ya le había cogido el pulso al partido, lo que sumado a que el Coruxo empezaba a acusar el desgaste del elevado ritmo del primer tiempo hacía que los granates se mostrasen ahora superiores.

Pero cuando el partido encaraba su recta final, con los granates buscando el gol que les diese la victoria y el Coruxo achicando agua como podía, una acción temeraria de Álex González, lanzándose con los tacos por delante a cortar una salida de un contrario, le costó la tarjeta roja directa al impactar en la pierna del rival. Quedaban 14 minutos más el descuento, que pasaron en un intento exitoso de resistencia granate, con Pouso apuntalando la defensa al mando de un Víctor Vázquez majestuoso una vez más, y un Coruxo que quiso estirarse pero sin inspiración para crear peligro.

CORUXO FC (0): Alberto; Antón de Vicente, Crespo, Lucas, Manu (Kevin Mendoza, minuto 85); Borja Yebra, Barril (Aitor Aspas, minuto 72), El Ouatane; Añón, Mateo y Silva (Jacobo Trigo, minuto 60).

PONTEVEDRA CF (0): Edu; Nacho López, Víctor Vázquez, Jaouad, Álex González; Mejía, Álex Fernández; Pedro Vázquez (Javi Pazos, minuto 70), Romay, Álvaro Bustos (Campillo, minuto 65); y Adiguibe (Naveira, minuto 82).

Árbitro: Pablo Fernández Pérez (Asturias), auxiliado en las bandas por Pelayo Corgo Suárez y Juan Rodríguez Suárez. Expulsó con roja directa al jugador del Pontevedra, Álex González (minuto 76). Amonestó a David Añón y Antón de Vicente, en el Coruxo, y a Mejía, Romay, Álex Fernández, Nacho López y Álex González, en el Pontevedra.

Incidencias: Campo do Vao (Coruxo-Vigo). Unos 1.000 espectadores, con nutrida presencia de seguidores granates.