Como si de un "déjá vu" se tratase, Condes de Albarei Teucro repitió comienzo liguero en Zamora, y también como hace un año similar comportamiento en la pista pero con distinto y afortunado final. Comienzos esperanzadores, para ir perdiendo fuelle a medida que transcurrían los minutos hasta casi entregar sus opciones de puntuar a falta de cinco minutos. Pero en ese corto espacio de tiempo los de Quique Domínguez hicieron un parcial casi milagroso de 0-4 para arrancar un valioso punto frente a un rival directo.
Otra de las diferencias con respecto a lo sucedido un año atrás fue que entonces el Teucro estuvo bien en defensa y mal en ataque, y en esta ocasión fue al contrario, los aciertos ofensivos taparon los agujeros defensivos provocados en cierta medida también por la rigurosidad arbitral, que castigó a los azules con siete exclusiones, por sólo cuatro de los locales.
Fue un partido de poder a poder. Los locales aguantaron la mejor salida del Teucro, que se escapó con una máxima ventaja de tres goles en los primeros compases, y fue capaz de dominar el marcador hasta minuto 26 (11-12), momento en el que Balonmano Zamora conseguía dar la vuelta para retirarse mandando al descanso con un mínimo 14-13.
La segunda mitad fue de iniciativa del equipo pistacho, que supo administrar cortas ventajas (entre uno y tres goles) hasta entrar en los últimos diez minutos. En ese momento el Teucro cometió varios errores, con una falta por dobles y un lanzamiento fuera de Balázquez, que aprovecharon los hombres de García Valiente para escaparse con la máxima diferencia del partido (27-22) a falta de siete minutos.
Toda parecía perdido para el equipo de Quique Domínguez, especialmente cuando Zamora se mantenía con cuatro de ventaja (28-24) y Balázquez se estrellaba con el poste en su lanzamiento. Restaban menos de cinco minutos cuando unos pasos señalados al jugador local Jorge Martín fueron el detonante de unos minutos eléctricos, con un Teucro desmelenado.
García Lloria cerraba su portería con casi un 35% de efectividad y 15 paradas de 43 lanzamientos. Bruno de Castro rebajaba la desventaja. Dani Hernández ponía el Teucro a dos, con otros tantos minutos por delante. Balázquez hacía un gran blocaje defensivo para que Carlos García pusiese al Teucro a uno.
Los últimos 40 segundos de partido fueron de infarto. Zamora pidió tiempo muerto y a su salida Anderson mandó su lanzamiento al larguero. 20 segundos para el Teucro que no desaprovechó, a falta de nueve segundos Bruno de Castro empataba (28-28). Luego Dani Hernández, enorme todo el partido, provocó la exclusión para defender el último ataque a la desesperada del Zamora, que aún tuvo tiempo de hacer un último lanzamiento sobre la bocina. García Lloria neutralizó el chut de Anderson y el Teucro sumó un punto tan valioso como casi milagroso.
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