El ansiado debut de Jéssica Bouzas en Wimbledon llegó este jueves con dos días de retraso provocado por la lluvia que cayó esta semana en Londres. Por desgracia, el resultado no fue el deseado y la tenista vilagarciana sucumbió en primera ronda ante la número 26 del mundo, la ucraniana Anhelina Kalinina.
El cartel de favorita en la eliminatoria era para la centroeuropea, pero Jéssica Bouzas ya demostró en la fase previa que no se acobarda ante rivales poderosas y esta vez volvió a plantar cara. Sin embargo, no fue suficiente para hacerse con la victoria que cayó del lado ucraniano en dos sets (4-6 y 3-6)
La primera manga del encuentro fue la más disputada. Ambas tenistas fueron capaces de defender su servicio a lo largo de casi todos los juegos, pero fue en el momento decisivo cuando la Kalinina rompió el saque de la pontevedresa y aprovechó el suyo para apuntarse el primer tanto.
Con el resultado en contra, la igualdad siguió siendo la tónica dominante en el duelo hasta el séptimo juego, en el que Kalinina cobró ventaja al romper el saque de Bouzas. Una vez más, la gallega no pudo contrarrestar el servicio de su rival, que se alejaba en el marcador (3-5). En el juego definitivo, Bouzas se anotó el punto inicial, pero Kalinina remontó y acabó cerrando el partido en su primera bola de partido que Bouzas cedió con una doble falta.
A pesar de la derrota, la tenista arousana demostró en su primer grand slam y en su primer torneo sobre hierba que tiene potencial para seguir creciendo. Con solo veinte años ya sabe lo que es jugar uno de los cuatro grandes torneos del circuito y derrotar a rivales que tenía por encima en el ranking WTA, clasificación en la que pegará un importante subidón cuando concluya el abierto británico.