Dos faltas, dos remates de cabeza, dos goles (Campillo y Berrocal) y tres puntos que siguen permitiendo soñar al Pontevedra, ante un Navalcarnero peleón pero justo de argumentos, en un partido que los granates fueron superiores, aunque pecaron de excesiva autocomplacencia en distintas fases, al mismo tiempo que falta de efectividad para cerrar antes un partido en el que de nuevo se desperdiciaron claras ocasiones para aumentar la cuenta.
Salió mejor, con más ambición el Pontevedra, le llegó para crear un par de ocasiones, adelantarse en el marcador y luego esperar a un rival necesitado, pero que apenas dio señales de peligro más que un par de acciones más fruto de la relajación defensiva que del fútbol realizado. Los granates jugaron aceptablemente los 20 primeros minutos, luego cayeron en la vulgaridad, contagiados por un rival encogido que parecía fiar su suerte a un error del contrario.
No fue un buen primer tiempo. Incluso diríamos que de lo más flojo técnicamente hablando que se ha visto en Pasarón en esta temporada. Aún así, el marcador pudo tener mucho más movimiento que el único tanto de Campillo, pero la falta de acierto ante la meta visitante volvió a lastrar a un Pontevedra que pudo sentenciar, en la misma medida que su rival casi saca petróleo de las pocas "excursiones" en las que se atrevió a pisar el área local.
El dominio local fue absoluto, e incluso con bastante buen juego, hasta el minuto 20. En ese tiempo pudo marcar Javi Pazos, ya en el primer minuto, pero remató de cabeza en el segundo palo, sólo, arriba un excelente centro de David Castro. Pudo hacerlo también Álex González, que en el mano a mano mandó a los pies de Héctor. Y lo hizo Campillo, con un remate de cabeza picado, en falta lanzada por Álex González.
Tras el gol, Kevin pudo hacer el segundo, después de que Arruabarrena dejase pasar el balón cuando parecía un remate fácil. Héctor evitó lo peor para los suyos.
Hasta que a partir de ese instante el partido se abrió. El Navalcarnero llegaba por primera vez en un centro de Esnaider que Gabri mandó arriba. Los madrileños adelantaron líneas y eso permitió ver a un Pontevedra diferente, más vertical, que no tenía el balón pero aprovechaba los espacios para crear constantes ocasiones a la contra. La primera y más clara la tuvo Javi Pazos, pero de nuevo Héctor estuvo más listo y le sacó el balón lanzándose a sus pies.
Fran Santano dio una tímida respuesta, dando motivos a Edu para demostrar una vez más su excepcional nivel. Luego varias salidas en superioridad que ni Arruabarrena, ni Javi Pazos ni Álex González fueron capaces de aprovechar para abrir hueco, lo que llevó el partido al descanso con la sensación de haber dejado al rival con opciones, pero con la relativa tranquilidad de ver como los granates habían sido muy superiores, aún sin hacer un partido brillante.
Pero la segunda parte no comenzó con buenas señales para los de Luismi, que parecieron regresar al campo desorientados y un tanto a merced de un Navalcarnero más atrevido. Hasta que una jugada desgraciada hizo que el partido cambiase nuevamente, volviendo a inclinarse del lado local. Fue en una disputa de un balón dividido, en la línea de fondo, entre Esnaider y Churre. Los dos terminaron golpeándose con fuerza contra la valla, pero el peor parado fue el madrileño, que hubo de abandonar el campo en camilla, con su rodilla izquierda visiblemente dañada.
Apenas unos minutos más tarde los granates conseguían el segundo gol. De nuevo en una acción a balón parado, con lanzamiento de falta lateral, muy tocada, por Pibe, que Berrocal peinó de cabeza anticipándose a la defensa en el primer palo y desde muy cerca.
Luego debutaría el reciente fichaje granate, Borja Domínguez, antes de que el conjunto local volviese a entrar en un largo paréntesis de conformismo, levantando el pie del acelerador.
Con todo perdido, el Navalcarnero adelantó líneas y el Pontevedra se limitó a esperar ocasiones a la contra, con riesgo de recibir algún susto, como en un disparo lejano de Stevens que buscaba la escuadra, de donde lo sacó Edu, siempre atento y un seguro bajo palos.
Ni uno ni otro lograron lo que buscaban, aunque los visitantes dieron un par de sustos en el tiempo añadido, y el Pontevedra se quedó con tres puntos que le permiten mantener la estela de los puestos de privilegio.
PONTEVEDRA CF (2): Edu; Nacho López, David Castro, Churre, Campillo, Kevin Presa (Borja Domínguez, minuto 64), Álex González (Pedro Vázquez, minuto 73), Berrocal, Javi Pazos, Romay y Arruabarrena (Pibe, minuto 59).
C.D.A. NAVALCARNERO (0): Héctor, Stevens, Sergio, Manu Jaimez, Álex González (Joaquín, minuto 37), Joya, Fran Santano (Del Pozo, minuto 46), Carlos, Gabri, Mena y Esnaider (Rodrigo, minuto 59).
Árbitro: Gerard Brull Acerete (Cataluña), auxiliado en las bandas por Albert Riubrugent Expósito y Josep Faig Pijuán. Amonestó a Berrocal, Churre y Borja Domínguez, en el Pontevedra, y a Fran Santano, Joaquín y Del Pozo, en el Navalcarnero.
Goles: (1-0) Minuto 9: Campillo. (2-0) Minuto 62: Berrocal.
Incidencias: Estadio Municipal de Pasarón (Pontevedra). Unos 2.500 espectadores.