Al Club Cisne Balonmano le va a tocar sufrir hasta final de temporada si quiere lograr la permanencia en la División de Honor Plata.
El equipo pontevedrés encadenó el fin de semana su quinta derrota consecutiva, al caer frente al Barça Atlètic, y a falta de seis jronadas para el final de la competición sigue en una posición realmente delicada.
Cabe recordar que esta campaña, tras una reclamación del Unión Financiera Oviedo al Tribunal Administrativo del Deporte, la Real Federación Española de Balonmano otorgó una plaza al conjunto asturiano en Plata ampliando a cuatro los descensos directos.
A ello se suma que el quinto peor clasificado deberá jugar una eliminatoria por la permanencia.
En esta situiación el Cisne ha caído a la décima posición de la tabla con 18 puntos, los mismos que Agustinos Alicante y Eivissa, equipo que precisamente ocupa la plaza de promoción.
Los tres están a sólo dos puntos del descenso directo que marca Amenabar Zarautz con 16 puntos. Además el Antequera (15 puntos) y el Atlético Novás (14 puntos) se mantienen en la pelea por salvar la categoría, mientras que casi imposible lo tiene ya el colista BM Lanzarote (11 puntos).
Hasta el final de la liga el Cisne vivirá por tanto seis auténticas finales, tres de ellas en el Pabellón Municipal de los Deportes y otras tantas con equipos que se están jugando al igual que él la continuidad en la segunda categoría del balonmano nacional.
La próxima jornada los de Quiños recibirán en el Municipal al Alcobendas (sábado 29, 19.00 horas), séptimo clasificado ya a mucha distancia.
Después llegará un partido fuera contra un rival directo como Agustinos Alicante (5 de abril), otro contra el cuarto clasificado Puerto Sagunto en casa (12 de abril) y dos salidas consecutivas contra San Pablo Burgos (tercer clasificado)y Amenabar Zarautz antes de la traca final, un duelo que puede ser decisivo en casa en la última jornada contra el BM Lanzarote (17 de mayo).