A nadie se le escapa ya que, a tres jornadas para el final de la primera fase en la Segunda División B, cualquier punto puede resultar decisivo, y más si como el Pontevedra llega al sprint final con la soga al cuello y sin margen de error si quiere, por lo menos, aspirar a entrar la próxima campaña en la Primera RFEF.
Con ese panorama, y tras el descanso que supuso el parón de la competición el último fin de semana, los granates regresan este lunes 1 de marzo a los entrenamientos con la mente puesta en el trascendental encuentro que disputará el domingo 7 (19.00 horas) en el Estadio Municipal de Riazor frente al Real Club Deportivo.
Los de Luisito saben que todo lo que no sea ganar en el feudo coruñés supondrá decir adiós prácticamente a sus opciones, quedando abocados a la pelea por la permanencia en la Segunda B o Segunda RFEF, lo que en la práctica ya supone perder una categoría.
Tras una semana de sobresaltos, con el susto que supusieron los problemas de salud del técnico, la plantilla pontevedresa se centra ahora sin mayores distracciones en un duelo que se preveía clave desde el inicio de la liga, aunque nadie pensaba que en las actuales circunstancias.
Con una trayectoria paralela durante los últimos encuentros, granates y blanquiazules han pasado de pelear por la primera posición a hacerlo por mantenerse entre los seis primeros, sólo separados por dos puntos (20 el Deportivo que es sexto y 18 el Pontevedra, séptimo).
Luisito ya reconoció en su vuelta al trabajo que "tengo idea de lo que hacer en A Coruña", y para ahondar en ella cuenta por delante con cinco sesiones de entrenamiento.
Según el plan de trabajo elaborado, la plantilla pontevedresa arranca este lunes la semana en horario de tarde, y tras gozar de nuevo día de descanso el martes, trabajará en horario matinal míercoles, jueves, viernes y sábado, todo ello en el campo de fútbol de Xeve. Es el tiempo que tendrá el entrenador de Teo para preparar todos los detalles para la batalla de Riazor, elaborando un plan que, espera, suponga traer los 3 puntos de vuelta a la ciudad del Lérez y, de paso, ganarle el average a su rival, algo que también puede resultar decisivo.