Charles es uno de los ídolos de la afición del Pontevedra. El delantero brasileño abandonó Pasarón hace ya diez años pero su vínculo con la familia granate sigue intacto. Él es socio y accionista del club y la hinchada sigue atenta a todos sus movimientos con la ilusión, que él mismo se encarga de avivar cada vez que habla, de volverlo a verlo con la camiseta del Pontevedra.
El último guiño tuvo lugar este martes en una entrevista en directo en Instagram en la que aseguró que en un plazo máximo de tres años volverá al equipo que le abrió la puerta del fútbol español.
"Yo quiero retirarme en el equipo que me ha abierto las puertas en España, que es el Pontevedra", dijo en una conversación pública con Esteban, el histórico portero del Real Oviedo con el que compartió vestuario en el Almería, que sus seguidores pudieron seguir en directo por Instagram.
Si finalmente se produce, el regreso de Charles a Pontevedra no será un retiro dorado. El atacante brasileño quiere ofrecer un rendimiento que satisfaga a los aficionados. "Yo quiero ir allí dando un buen nivel", confesó.
A sus 36 años y a pesar de su buen estado físico y extraordinario rendimiento que está mostrando en la primera división del fútbol español, su carrera deportiva está tocando a su fin. Él es consciente y espera hacer realidad su regreso pronto y no cierra la puerta a hacerlo ya el próximo año. "No sé si el año que viene, dentro de dos o de tres", le dijo a Esteban.
Esta nueva declaración de amor de Charles al Pontevedra provocó un terremoto en las redes sociales de la comunidad granate. Muchos agradecieron sus palabras, otros se mostraron ansiosos y algunos se encargaron de pedir ya a la presidenta Lupe Murillo que se ocupase de hacer realidad su regreso.
Empezamos a contar días en el calendario @Charlesbrau9https://t.co/Wiol14cyGy
— Pontevedra CF (@PontevedraCF) May 6, 2020
Charles Dias fue jugador del Pontevedra durante seis temporadas. Debutó en el primer partido del Pontevedra en Segunda División en la campaña 2004-2005 en Pasarón contra el Polideportivo Ejido en el que fue expulsado tres minutos después de saltar al campo sustituyendo a Canabal por dar un codazo a un rival.
A pesar de su accidentado debut, pronto se ganó el favor de la grada por su compromiso, sus goles y su espectacular juego. Asombró a España con dos inverosímiles goles de tijera en dos jornadas consecutivas.
Con la camiseta granate disputó 179 partidos oficiales en los que consiguió 56 goles antes de ser fichado por el Córdoba de Segunda División, luego pasó al Almería, con el que ascendió a Primera y fue el máximo goleador de Segunda. Un año después lo fichó el Celta, con el que debutó en Primera División. Estuvo dos temporadas en Balaídos antes de firmar por el Málaga para poner rumbo, tres campañas después, al Eibar, con el que disputa su tercera temporada y en el que, a pesar de su veteranía, se destapó como uno de los grandes goleadores del fútbol español.