Por fin, después de casi cuatro meses de inactividad debido a la pandemia, el Club Waterpolo Pontevedra ha vuelto al agua.
Las piscinas del Complejo Deportivo Rías do Sur en Pontemuíños y del Centro Galego de Tecnificación Deportiva han acogido los primeros entrenamientos de deportistas del club pontevedrés, cumpliendo con las medidas de seguridad establecidas.
Según confirma el club, algunas categorías se ejercitaron en Pontemuíños con un límite de 16 jugadores por grupo, distanciamiento de dos metros y sólo sin mascarilla en el momento de entrar en el agua.
Por su parte el equipo sénior masculino ha retomado los entrenamientos en el CGTD con un límite de 12 deportistas.
Además el Waterpolo Pontevedra ha solicitado a la Secretaría Xeral para o Deporte poner entrenar en las instalaciones que la Federación Galega de Piragüismo gestiona en el embalse de Pontillón do Castro.
Un pequeño paso que hace mirar al futuro con cierto optimismo, aunque de momento "toca recuperar la forma física y pensar ya en la próxima temporada", señala el club.