Carla Santoro tiene ahora catorce años. La conocimos en 2018, cuando comenzó con la práctica deltriatlón y empezó a ganar sus primeras medallas en atletismo federada con la ONCE. Al año siguiente ya se colgaba dos oros en el Campeonato Nacional de Promesas Paralímpicas y se hacía con el récord nacional de salto de longitud en categoría benjamín.
Ahora compite en categoría cadete y sigue sumando metales y superando marcas. De las competiciones en las que ha participado en este 2024, en ese mismo Campeonato de España de Promesas Paralímpicas de Atletismo celebrado esta vez en Valencia, se hizo con el oro en 1000 metros, 100 metros y salto de longitud.
También participó en Zaragoza en el Campeonato de España de Marcha (no inclusivo); en Madrid en el Campeonato de Promesas Paralímpicas de Atletismo quedó primera en 100 y 1000 metros lisos con el récord de marca que bajó a 3:25" minutos; y este junio en el Campeonato de España de Triatlón por Clubes de Pontevedra quedó primera gallega y en Mérida en el Campeonato de España de Triatlón por Autonomías, terceros de España en los relevos mixtos inclusivos.
Con la perspectiva de estos seis años Carla nos dice "al principio lo veía súper complicado, cansado y duro. Luego cuando empiezas a competir lo ves súper bonito, no te fijas en el cansancio, ni en las medallas, sino en la experiencia que estoy viviendo". En esta experiencia menciona a los compañeros que va también sumando "por toda Galicia y toda España, siempre". Todos le animan a continuar.
Cada día le dedica dos horas al entrenamiento; tres días atletismo con Manolo Hurtado; triatlón en Vigo con Luis Piña, Celso Comesaña y Ramón Troncoso del Club Delikia; y también piscina en el Club Sapo de Pontevedra con David Bemposta. Ahora que el curso escolar ha terminado incrementa las horas de entrenamiento. La próxima cita será en Lleida este julio en el Campeonato Nacional de Atletismo y en otoño le aguarda Sevilla con el cross.
La triatleta Susana Rodríguez sigue siendo su referencia. De hecho Carla viajará a París para apoyarla en su participación durante los Juegos Paralímpicos. Es el club inclusivo Delikia el que le ha facilitado una guía, la deportista Uxía Bautista "que hace un gran sacrificio porque a parte de sus competiciones, también compite y entrena conmigo".
Disciplina, compromiso, esfuerzo, superación. Es un ejemplo para cualquier persona, para cualquier deportista e igualmente para el deporte inclusivo en particular. De hecho, la llaman para ofrecer charlas en colegios e institutos. Les anima, con discapacidades o no, a que realicen deporte y una máxima que les repite: "que a pesar de la discapacidad que tengo con esfuerzo y constancia se puede conseguir todo".
El deporte inclusivo sigue adoleciendo de un respaldo auténtico, en todos los sentidos, por parte de las administraciones y entidades con competencias. Por ejemplo, en el Campeonato celebrado en Mérida solo participaron cinco autonomías. Y en Galicia nombra a cinco deportistas más que compiten con alguna discapacidad.