No había tenido tiempo de debutar con la camiseta del Pontevedra en partido oficial, pero tan pronto como pudo enfundarse los guantes, Álvaro Cortés justificó a golpe de paradones su desembarco en Pasarón. "Estoy muy contento con lo mío y con el trabajo de mis compañeros. Los partidos se han dado bien y espero seguir en la misma línea. Una pena el sabor agridulce del partido contra el Cádiz", admite el prometedor guardameta granate.
"El puesto del portero es especial, ya se sabe. Yo estoy muy contento y me alegro muchísimo por el grupo juegue o no", asume con honestidad, humildad y compañerismo Cortés su situación de suplente.
Sus actuaciones en la primera ronda de la Copa del Rey contra el Cartagena ya motivaron los elogios de la hinchada, pero su vuelo sin motor para despejar el cabezazo del cadista Garrido y el mano a mano salvado en la prórroga ante el Choco Lozano permitieron al Pontevedra mantener la esperanza de dar la machada hasta los minutos finales.
"Pude verlo claro a pesar de que había mucha gente", explica el joven madrileño cómo sacó de la escuadra el cabezazo de Garrido en la primera mitad del duelo contra el Cádiz. "Estoy contento porque eso dio aire fresco al equipo, que son los que corren", destacó.
Sin embargo, considera más complicada su intervención en el tiempo extraordinario. "Fue más difícil la del Choco porque estaba solo, muy cerca y en ese momento que se te puede nublar la vista, pero conseguí aguantar", relata orgulloso.
Menos satisfecho se mostró con el desenlace de la tanda de penaltis. Y eso que estuvo cerca de detener dos lanzamientos. "No son una lotería al 100 %. Pero sí que es verdad que al no poder adelantarnos ni un poquito y ganarle espacio al lanzador estamos en desventaja", se queja Álvaro.
El prometedor guardameta que abandonó el San Sebastián de los Reyes, donde se había ganado la titularidad, para competir por el arco de Pasarón está "encantado" en su nueva ciudad. "Era la primera vez que salía de Madrid, nunca había estado en Galicia y me encanta y también estoy encantado en Pontevedra", sostiene Cortés ansioso por descubrir, ya le han contado, cómo es la Boa Vila y Pasarón sin las restricciones de la pandemia. "Ya me han dicho que el Fondo Norte no es ni la mitad de lo que he visto hasta ahora", señala.
La eliminación de la Copa del Rey relega de nuevo al banquillo a Cortés. Pero el jugador no tiene prisa por volver al once y se centra únicamente en trabajar y mejorar para poder convertirse en el dueño de la portería de Pasarón. "Estoy muy contento en Pontevedra y me veo aquí muchos años", sostiene.
Mientras tanto, la convivencia con Mario Fernández es inmejorable. "Es un compañero excelente, nos llevamos muy bien, de hecho hoy comido con él. Es un portero con mucha experiencia, jugó en Primera División, y aprendo mucho de él", reconoce un humilde Cortés que en poco más de 200 minutos se ha ganado el cariño y respeto de su hinchada.
No solo la afición y sus compañeros son conscientes del alto nivel del guardameta, también Jesús Ramos quiso destacar el trabajo realizado por Álvaro Cortés desde antes de su llegada a Pasarón. "Álvaro ya fue capaz de quitarle el puesto en el Sanse a un portero veterano y de hacer grandes actuaciones", destacó el entrenador del Pontevedra.
Al margen de su indiscutible talento como portero, "es muy buena persona, muy trabajor y está muy bien preparado", continuó Ramos para congratularse por el buen nivel de la portería granate. "Tenemos dos porteros muy buenos, además de Dadín que también trabaja muy bien y es muy bueno. La portería está muy bien guardada", remató.