El Pontevedra prepara ya el segundo encuentro liguero que disputará el sábado a partir de las 20 horas en A Malata. Los de Luismi buscarán la segunda victoria de la temporada, pero lo harán sin Javi López, que arrastra una sobrecarga después de su reaparición ante el Coruxo siete meses después de caer lesionado. "Está entrenando aparte, no va a llegar al partido de Ferrol. Tiene una sobrecarga y para que no vaya a más decidimos que parara, llevaba mucho tiempo sin jugar y es normal", confiesa el técnico. Otro que también está entre algodones es el delantero nigeriano Adighibe. "Tiene una molestia en el tobillo, pero no es nada grave y va a estar el fin de semana", asegura Luismi.
El que sí estará será Álex González, que ya está incorporado a la dinámica del grupo tras su operación en la muñeca. El entrenador granate reconoció este miércoles, después de la sesión preparatoria, que el extremo cántabro está completamente recuperado y, si nada se complica, formará parte de los 18 jugadores que viajarán el sábado a Ferrol. "Al fútbol se juega con los pies", bromeó el preparador vigués, que ve a su futbolista en buenas condiciones y con muchas ganas de regresar al terreno de juego tras la rotura en el escafoides que sufrió el 4 de agosto en un amistoso contra el Atios y que, en principio, lo iba a tener al margen durante tres meses. No obstante, González tendrá que jugar con un vendaje para proteger su articulación y evitar que un golpe o caída pueda generar una recaída.
En la lista de bajas continuará una semana más el mediocentro hondureño Alfredo Mejía, cuyo tránsfer continúa sin llegar. "Esperamos que para la próxima semana esté todo solucionado y pueda estar contra el Sporting", espera el entrenador. Mientras se soluciona todo el papeleo, el jugador sigue sumando minutos de entrenamiento y las sensaciones del cuerpo técnico son inmejorables. "Es un profesional. Se ve que se cuida y trabaja cada día a máxima intensidad, está intentando integrarse y coger conceptos cuanto antes. Creo que nos va a aportar mucho", afirma.
Además del estado físico de sus jugadores, a Luismi le preocupa el rendimiento del equipo fuera de casa. Jugar fuera de Pasarón fue un lastre para el Pontevedra durante la pasada temporada y algunos inesperados malos resultados redujeron las opciones de clasificarse para la fase de ascenso. "Esperamos corregirlo. Si quieres estar arriba solo con los de casa no nos va a llegar. Hay que sumar fuera", subraya el vigués.
La clave para conseguirlo la sitúa Luismi en la solidez defensiva y en la concentración. "Haremos hincapié en ser fuertes defensivamente y mantener la portería a cero. Debemos ser un equipo compacto, dificil de batir y que el rival tenga que hacer las cosas muy bien si nos quiere ganar. Hay que ir concienciados en el trabajo defensivo, el nivel de concentración tiene que ser muy bueno. Ganando esa solidez defensiva, podemos pensar en sacar algo positivo", insiste el técnico.
La buena actuación del equipo ante el Coruxo y la dinámica positiva que arrastra el grupo facilitará la tarea. "Nos da tranquilidad y confianza de ir con los deberes hechos. Retomamos la línea continuista de la temporada pasada, de jugar en casa y hacernos fuertes defensivamente. Y a nivel ofensivo, hacer dos goles y generear ocasiones es positivo", sostiene el entrenador.
Sin embargo, enfrente se encontrarán con un equipo que llega en una situación contraria. "El Racing viene de perder, dolido, juega delante su gente y va a querer hacer un buen partido. Tendremos que estar mentalizados de que vienen heridos y van a salir a por todas, con jugadores de mucho talento, calidad y experiencia. Va a ser exigente el partido", asegura Luismi, quien considera que este tipo de partidos siempre son especiales. "Gusta ganar al Pontevedra igual que a nosotros nos gusta ganar al Racing. Es un aprtido atractivo. Siempre hubo esa competitividad entre los dos equipos y a la afición le gusta ganarles. Tiene ese plus que otro partido no tiene, pero son tres puntos igual que otro partido, no nos dan más por ganarle al Racing", matiza el entrenador que la última vez que visitó A Malata en partido oficial defendía también el escudo del Pontevedra pero como jugador.