Un lamentable episodio de violencia obligó este domingo 15 a la suspensión de un partido de balonmano de categoría cadete femenina entre el Sanxenxo Balonmán y el BM Rasoeiro do Grove que se disputaba en el pabellón de Vilalonga, tras producirse una agresión en la grada que terminó con un hombre de cerca de 70 años en el hospital con fractura craneal.
Los hechos ocurrieron durante el transcurso del encuentro, cuando un espectador empujó a otro aficionado de avanzada edad, que resultó ser el abuelo del árbitro del partido.
La víctima sufrió una fractura craneal que requirió su traslado urgente al hospital, donde permanecía a la espera de una posible intervención quirúrgica.
El incidente cobra una especial gravedad, según relata el colectivo arbitral, al tener que ser testigo directo el propio colegiado del encuentro, un joven de tan solo 15 años, que tuvo que enfrentarse a la dramática situación de ver a su abuelo inconsciente en el suelo.
Según indican distintas fuentes, agentes de la Guardia Civil identificaron al presunto agresor como un familiar de una integrante del BM Rasoeiro.
La Federación Galega de Balonmán reaccionó con contundencia ante los hechos, emitiendo un comunicado en el que condena "enérgicamente los lamentables actos de violencia" y anuncia la convocatoria urgente de una reunión con todos los clubes gallegos para este lunes a las 20:00 horas, con el objetivo de adoptar medidas inmediatas que ayuden a concienciar a la afición.
Tanto el Sanxenxo Balonmán como el Rasoeiro mostraron su total colaboración para esclarecer lo sucedido.
La Federación Galega de Balonmán aprovechó para reiterar que "el balonmano es un deporte que une, educa y forma" e hizo un llamamiento especial al civismo en las gradas, especialmente en el balonmano base, "donde los chicos y las chicas deportistas deben ser la única prioridad".
El organismo federativo se compromete a "adoptar las medidas oportunas en colaboración con los organismos competentes" para evitar que situaciones como esta se repitan, bajo el lema #ASINON, en defensa de un "balonmano libre de violencia".
Desde el Club Rasoeiro Balonmán manifestaron también en redes sociales el más profundo rechazo y condena a cualquier acto de violencia que contravenga los valores de respeto, convivencia y deportividad que defendemos como club.
"Lamentamos profundamente los hechos ocurridos en el partido de la categoría cadete femenina que disputaban ambos clubes, donde un espectador agredió de forma injustificada a otro", señalan.
"Este lamentable incidente dejó claro que no estamos ante una situación con 'dos partes implicadas', sino ante un acto de agresión en el que hay un agresor y una víctima", explican en las redes.
"Queremos recalcar que este tipo de comportamientos no tienen cabida en nuestros clubes ni en el deporte, y tomaremos todas las medidas necesarias para que situaciones como esta no vuelvan a ocurrir", indica el club.