Jornada de mucho movimiento y nerviosismo la de este viernes 31 de enero en las oficinas del Pontevedra Club de Fútbol, coincidiendo con el cierre del mercado invernal de fichajes.
El día arrancó con la confirmación del no fichaje de Álvaro Bustos por el MKS Cracovia polaco, tras no superar el reconocimiento médico, una "buena noticia" a nivel deportivo para el técnico Carlos Pouso pero un contratiempo para las negociaciones abiertas, ya que la ficha sénior que iba a quedar disponible seguía ocupada.
Quedaban eso sí unas horas para llegar al tope establecido por la Federación Galega de Fútbol para tramitar las altas y bajas y enviarlas a la RFEF.
Todas las miradas se posaron entonces sobre Javi Pazos, a quien esta semana se le comunicó el poco protagonismo que tendría en caso de quedarse con la llegada de Rufo y a quien las puertas del primer equipo granate se le cerraron de repente.
Finalmente tras un tira y afloja entre las partes el delantero marinense terminó aceptando su salida con destino al Arenteiro de la Tercera División.
Solucionada esta situación, faltaba conocer quién ocuparía su lugar, y ese puesto será finalmente para otro futbolista criado en la casa, el moañés Adrián Cruz, que tras varios años peregrinando por equipos de toda la península en la categoría de bronce volverá a defender los colores del Pontevedra.
El centrocampista de 32 años rescindió este mismo viernes el contrato que le unía con el Club Deportivo Guijuelo, undécimo clasificado del Grupo II. Cruz, canterano granate, ha militado en las últimas temporadas en equipos como el Murcia, Burgos, Logroñés o Rácing de Ferrol, entre otros, todos ellos en la categoría de bronce junto a una breve experiencia en el Osasuna en Segunda.
Este curso ha disputado con el Guijuelo 14 partidos entre liga y Copa del Rey, 13 de ellos como titular.
De esta forma el Pontevedra cierra el mercado de fichajes con una notable renovación con las llegadas de Rufo, José García, Eneko Zabaleta y el propio Adrián Cruz y las salidas de Javi Pazo y Alfredo Mejía.