Licenciado en Historia y Archivero. Trabaja con arte y antigüedades decorativas. Malvive rodeado de una multitud de ácaros que nacieron en los tiempos del Rey Sol, habitantes de un mar de libros más viejos que las tortugas.
Pontevedrés porque allí vino al mundo, santiagués cuando quiso aprender, vigués de tren y bus para llegar a tiempo, barcelonés de siempre decir merci a toda aquella buena gente. Hoy echa raíces junto a una fraga de O Salnés. No hay mejor lugar para deleitarse en el arcaísmo.
Deja dicho que para cualquier sugerencia o ocurrencia no envíen palomas, cuervos o teletipos. Basta con que remitan las misivas a davide.castelo@gmx.es. Internet se encargará diligentemente de empujarlas hacia su incierto destino.