Rodrigo Cortés, director de 'Escape': "No llevo nada bien que me sermoneen y, por lo tanto, como autor trato de no hacerlo"

Pontevedra
18 de diciembre 2024

Hablamos con el director de 'Escape', que se ha presentado en Pontevedra en el marco de las actividades previas de los Feroz 2025, en los que opta a tres premios, entre ellos el de mejor comedia

Rodrigo Cortés
Rodrigo Cortés / Mónica Patxot

A Rodrigo Cortés (Ourense, 1973) le gusta el contacto directo con el público. Y más, cuando presenta sus películas fuera de las "tres o cuatro ciudades de toda la vida". Ahí encuentra, según reconoce el director, "gente que reacciona con gran entusiasmo a lo que hacemos".

Pontevedra ha sido una de ellas. En el auditorio del Pazo da Cultura ha presentado su último trabajo, Escape. Lo ha hecho en el marco de las actividades previas de los Feroz 2025, premios en los que tiene tres nominaciones, entre ellas a la mejor película de comedia.

Un trabajo con el que, afirma en esta entrevista con PontevedraViva, buscaba que el público "no se sintiera completamente cómodo", ni con la película ni consigo mismo. ¿Dará el salto alguna vez a la televisión? Asegura que lo haría si fuese con un número de episodios "contenido".  

¿Puede ser Escape la película más surrealista o alocada que hayas rodado jamás?

No lo sé. Supongo que contar la historia de alguien dentro de una caja durante hora y media tampoco creo que sea exactamente un proyecto seguro. O hacer una película en el gueto de Varsovia con canciones y bailes (se ríe).

Rodrigo Cortés
Rodrigo CortésMónica Patxot

Pero si de algún sitio parte Escape es de la libertad personal. De darme la libertad para hacer las cosas de un modo que no sea necesariamente convencional y que, posiblemente, no aprobaría ningún algoritmo.

Su premisa recuerda a la de Concursante. En ella un millonario trata de deshacerse de todo su dinero. En esta un hombre intenta desesperadamente que le metan en la cárcel. Dos personas en situaciones casi imposibles…

Y a la vez son premisas muy kafkianas. De un ser humano que, en el fondo, está sometido a fuerzas superiores a él. Salvo que en el caso de Escape acaba siendo casi antikafkiana porque es el propio personaje el que se convierte en las fuerzas inmanejables de la naturaleza y acaba volviendo loco a cualquiera al que se le ocurra acercarse a él.

¿Qué te aporta este mundo al revés a la hora de enfocar este tipo de películas?

Exagerar la realidad te permite verla e igual que muchos dibujantes aprenden a valorar la composición de lo que tienen enfrente invirtiéndola, algo parecido sucede con la ficción.

Cuando miras las cosas que vemos a diario desde un ángulo a la izquierda o un ángulo a la derecha, nada cambia. Pero cambia la perspectiva que delata todos esos detalles que el hábito no nos permite ver. El hábito nos convierte en ciegos funcionales. Imagino que parte del atractivo de una premisa tan contraintuitiva es ese, que paradójicamente nos desnuda.

Rodrigo Cortés
Rodrigo CortésMónica Patxot

Me imagino, además, que el hecho de jugar con el espectador y descolocarlo desde el principio resulta muy atractivo a la hora de crear, ¿no?

Siempre tratas de que el espectador no se sienta completamente cómodo. Y ni siquiera solo con la película si no consigo mismo. No intentas aleccionar a nadie, ni intentas mostrar verdades definitivas que tú tampoco tienes sobre nada. Como espectador, no llevo nada bien que me sermoneen y por lo tanto como autor trato de no hacerlo.

Escape es una película que trata de respetar al espectador de ese modo, planteándoles preguntas que no vienen con respuesta incorporada y que hacen que el espectador tenga que decidir cómo digiere, cómo metaboliza y cómo procesa según qué cosas.

¿Y en estos universos 'patas arriba' dónde pones el límite? ¿No existe el riesgo de que te pases de frenada?

No es una reflexión que haga. Cuentas una historia con un instinto narrador al margen de lo que estés contando, en el que cuentas con generar un equilibrio final. A la vez, sabes que te vas a dejar algún pelo en la gatera. Porque eso que haces, de forma inevitable, no va a poder ser para todos. No todo el mundo va a dialogar de forma natural con lo que tiene enfrente.

Si pretendes tal cosa, entonces tienes que empezar a pulir todo tipo de aristas, todo tipo de salientes, asegurarte de convencionalizar las cosas lo más posible para, como mínimo, no generar ningún tipo de anticuerpo. Y ni siquiera así tendrás la menor garantía de gustar a todos. Precisamente, gustar a todos es el peor objetivo para alguien que trate de hacerlo.

Rodrigo Cortés
Rodrigo CortésMónica Patxot

En Escape, el peso de la película recae sobre Mario Casas. ¿Qué viste en él para encarnar a N?

Insensatez, para empezar. Desde luego, es un estupendo actor. Jamás habría pensado en él de otra manera. Pero además es un insensato, en el mejor de los sentidos. Es una persona a la que le atrae el riesgo con la misma fruición con la que otros huyen de él.

Estaba convencido de que estaba en un momento de su carrera en que iba a estar dispuesto a tirarse del décimo piso sin preguntar si había red debajo, que es exactamente lo que ha hecho. Se ha disuelto en el personaje desapareciendo virtualmente con un compromiso conmovedor.

Podemos decir entonces que se han juntado un actor al que le gusta arriesgarse con un director al que no le cuesta salir de su zona de confort…

Es una manera de decir que se ha juntado el hambre con las ganas de comer (se ríe).

¿Y qué crees que vio Martin Scorsese para apoyar este proyecto como productor?

Es algo que me sigo preguntando. En sus palabras, al parecer algo que no había visto nunca. Cuando leyó el guion y me escribió a los tres días fue precisamente para decirme que no había leído nada parecido y que tenía un tono que él no había visto en cine y que no sabía identificar en ninguna película. Estaba verdaderamente entusiasmado.

Cuando tú ves lo que has hecho a través de los ojos de alguien como él te sientes más bien pasmado. Y tu primera reflexión no es "por fin alguien se ha dado cuenta", sino "¿seguro que ha leído el mío?" Pero lo cierto es que sucedió. A estas alturas no vamos a devolver el crédito.

Rodrigo Cortés
Rodrigo CortésMónica Patxot

¿Te ha dejado manos libres para hacer la película que tú querías?

Sí. Nunca en mi relación con los ejecutivos de Hollywood me había encontrado con una persona tan respetuosa, educada y prudente como Scorsese. Nunca hacía comentarios o notas directas, sino preguntas. Y siempre disculpándose antes y después de hacerlas.

Yo le enviaba el material desde el set, escenas durante el montaje… Fue la primera persona en ver el corte final y siempre se mostró como un enorme admirador de la película. Jamás sintió deseos de ahogar la voz de nadie, imagino que, entre otras razones, porque lleva décadas tratando de preservar la suya en una industria que las ahoga.

¿Consideras que la industria respeta cada vez más la figura del creador?

En general siempre se favorece a la estrella, al actor, por razones naturales. Es la figura más visible y la que, en principio, arrastra más gente a las salas. Y a la vez, siempre hubo un puñado de directores que, de alguna manera, fueron más estrellas que sus actores o que imprimían un marchamo tan personal que conseguían que la gente fuera a ver una película de ellos.

Estoy pensando Hitchcock o Kubrick, por ejemplo, Supongo que hoy en día hay una serie de directores, no todos, que son eso que, de forma casi cínica, se considera promocionable en el mundo de las ventas porque tienen una personalidad marcada o porque imprimen a sus obras de esa personalidad y eso va congregando una pequeña masa crítica en torno a ellos.

En general, alguien irá a ver una película de Nolan por ser de Nolan, al margen de cuál sea su protagonista. Y en muchos otros casos no será así. Alguien irá a ver una película porque sale Di Caprio, sea de quien sea. Siempre el equilibrio es superior hacia el lado visible, que es el del actor, pero siempre ha habido y supongo que habrá figuras respetadas en el otro lado.

Rodrigo Cortés
Rodrigo CortésMónica Patxot

¿Y en la televisión crees que también pasa? Porque ahora muchas series se promocionan poniendo por delante el nombre de sus creadores, sin ir más lejos Querer de Alauda Ruíz de Azúa o Los años nuevos de Rodrigo Sorogoyen, por ejemplo

Quizás en el caso de Movistar, sí. Tal vez ellos sí que muestren más respeto público en ese sentido, sobre todo con determinados nombres. Pero no es habitual. Hay otras series que, sin embargo, no sabrías decir a quién tienen atrás, incluso series conocidas.

Últimamente se ha vivido casi el proceso contrario, que las plataformas insistan en que los productos son originales suyos, cuando nadie ha ido jamás al cine a ver El Padrino porque fuera un original de Paramount. Y eso hace que muchas de esas series, incluso series muy vistas y muy respetadas, de algún modo no sean de nadie. Creo que es una pérdida.

Ahora que las plataformas parecen que están arriesgando con series de autor, ¿te has planteado o te gustaría rodar algo para televisión?

Sí, si fuera un número de capítulos contenido. Una serie de cuatro o cinco episodios del que pudiera hacerme cargo de principio a fin. No estaría interesado en hacer el cuarto episodio de la tercera temporada de algo. Pero no soy tan optimista como parece que eres tú cuando hablas de que a los creadores se les está dando más libertad.

Rodrigo Cortés
Rodrigo CortésMónica Patxot

¿Por qué lo dices?

Creo que hay un cierto movimiento regresivo que, por otro lado, es pendular. Cada vez que crees que vas en una dirección, el mundo cambia de sentido e imprime normas nuevas. Ahora mismo hay una cierta tendencia a volver a la televisión generalista, de alguna manera.

Es como que hemos dado la vuelta al marcador para volver a donde estábamos, con contenidos que gusten a todo el mundo, a todas las edades, más contenidos de presupuesto, incluso incluyendo publicidad, algo que se había erradicado. A veces, da la impresión de que hemos dado toda la vuelta para acabar donde estábamos.

Y ya para terminar, ¿qué supone para vosotros como creadores venir a ciudades como Pontevedra, alejada de los grandes circuitos comerciales, para presentar vuestras obras?

La mayor parte de la gente que hacemos cine somos de ciudades como Pontevedra. Yo mismo soy de Salamanca. Sabemos muy bien de qué va esto. Y además hay una cosa muy bonita y productiva en trascender de las tres o cuatro ciudades de toda la vida. Te encuentras con gente que no está aburrida de oferta y que reacciona con gran entusiasmo a lo que hacemos.

Un espectador con una mirada más limpia, en definitiva…

Sí, menos cínica. Es verdad. Estoy de acuerdo. Creo que lo único que puedes hacer con eso es agradecerlo y honrarlo.