"Nélida [Piñon] mantuvo hasta el último minuto el amor por la vida y la amistad. No quería marchar, pero se despidió de una forma muy digna. En el hospital conversamos más sobre el posible otro mundo que de la vida aquí, siempre fue una mujer que reverenció a sus muertos. Amaba Galicia y me emociona mucho hablar de ella aquí", contó Karla da Silva.
La compañera de Nélida Piñon abrió la jornada de homenaje que la Real Academia Galega celebró este martes en la Fundación Barrié en recuerdo de una de las grandes autoras de las letras brasileñas contemporáneas, con una obra en la que sus raíces en Cotobade son una de las señales de identidad esenciales.
"En Nélida Piñon la escritura vence a la muerte", destacó la académica Marilar Aleixandre, coordinadora del encuentro.
Karla da Silva señaló que "fue su madre quien despertó en Nélida esa voluntad de ser una gran narradora" y Antonio Maura, estudioso de su obra, destacó que "A república dos sonhos es uno de esos romances épicos que marcan una identidad del Brasil, un libro fundamental no sólo en la obra de Nélida sino en el panorama literario y en el imaginario brasileño".
Por su parte, el periodista Alfonso Armada, dijo que "sus columnas estaban muy bien trabajadas y mostraban enfoques muy originales, huía de la actualidad e iba un paso más allá".
El presidente de la Real Academia Gallega, Víctor Freixanes, compartió el recuerdo de su madre de quien se convertiría en la autora de la "gran novela de la emigración": "Nélida Piñon era una niña con capacidad económica por encima de las otras, pero convivía con ellas en la aldea de Borela y participaba en las ceremonias propias de aquella Galicia rural. Ese mundo fue en parte a herencia que llevó Nélida Piñon de regreso a las Américas".