Álex Vázquez y Amelia Palacios ofrecen una exposición conjunta en el Pazo da Cultura de Pontevedra. Aunados en la novena edición de 'Na beira do río. Diálogos na pintura'. Y eso es lo que hemos tratado de conseguir en estas Conversas na Ferrería. Arrancamos pidiendo a la hija una descripción de la pintura del padre: "es una explosión de color, la captura de un instante; como una fotografía con muy poco tiempo de exposición. Tienen vida sus cuadros", dice Amelia. Su padre añade que ella "es muy distinta a mí, es muy sutil, una pintura muy elaborada, en sus cuadros asoma el alma de los paisajes; yo describo ella sugiere".
Con ese punto de partida, continuamos las Conversas na Ferrería con un planteamiento sobre el arte como motivo de reflexión o motivo de disfrute, de nuevas herramientas y conceptos artísticos; de la formación de un artista, de necesidad o idoneidad de un cambio en el concepto, uso y gestión de los museos, de una ley de mecenazgo y de coleccionismo.
Hay una llamada destacable en la que coinciden Álex y Amelia en PontevedraViva Radio: "la juventud no accede a las salas de exposición" por lo que procede preguntarse - entidades públicas y privadas - el por qué. Hay que acercar a los más pequeños a los museos y hay que dejarles desarrollar su creatividad, su faceta artística. Y lo dicen dos artistas con experiencia en las actividades didácticas con los niños.
Para completar esta conversación miramos a otro artista, también vinculado a esta familia, el arquitecto Antonio Palacios. Su obra en Mondariz, concretamente la Fuente de Troncoso, está en una situación de peligro de derrumbe. "Es una obligación y si llega a faltar o desaparecer nos vamos a arrepentir mucho; es una joya que tenemos que conservar, dice Amelia Palacios. "Es penoso y más que suceda tan cerca de donde nació - en Madrid se está tratando con mimo su obra -, pero que aquí permitamos que eso se destruya sería imperdonable" concluye Álex Vázquez.