Madrid 1889. Un incendio en el Gran Hotel Inglés. Uno de los heridos, Leonardo Ardiles, logra transmitir a su amiga Elvira Pardo Losada un encargo: encontrar a una mujer llamada Jimena cuyo nombre pronuncia acompañado de unas enigmáticas palabras: la nada, aquí.
La compostelana Ángela Banzas crea con este inicio una ficción donde confluye costumbrismo y misterio.
El emplazamiento protagonista de esta historia es absolutamente real y gallego, el Pazo Mariñán de Bergondo
"Le llaman el pazo de los sentidos. Lo enigmático de este lugar es una placa de mármol frente al embarcadero que dice: la nada, aquí. Me contaron muchas versiones de su leyenda y yo decidí crear la mía. Además tiene, como sucede en las Rías Baixas, muchas camelias, unas flores que tienen una belleza muy efímera; y con eso también trabajé en la novela", explica Banzas sin olvidarse de la existencia en el pazo de unas aves fantasma que añaden más suspense a la narración.
‘El aliento de las llamas’ es sobre todo un tributo a las mulleres en general y a dos mujeres históricas en particular: Emilia Pardo Bazán y Gertrudis Gómez de Avellaneda, ambas rechazadas en su intención de pertenecer a la Real Academia Española.
Sus biografías, personales y profesionales, recorren la novela bajo nombres ficcionados y sirven también de escusa para recuperar al mítico personaje de Zorrilla, don Juan Tenorio, llevando al público lector a la luminosa Sevilla que confronta con los brumosos ambientes gallegos.
Ángela Banzas, vinculada profesionalmente a la Administración Pública y a la consultoría, comenzó a publicar en 2021 con 'El silencio de las olas', seguidamente, a novela por año, publicó 'La conjura de la niebla', 'La sombra de la rosa' y a finales del pasado septiembre 'El aliento de las llamas'.
Charlamos con ella en el podcast 'Cara a cara' tras una recreación sonora de las primeras páginas de este libro.