“Perder el Álbum Nós ahora mismo sería completamente impensable y una pérdida irreparable para el Museo”

Pontevedra
19 de enero 2021

La conservadora Ángeles Tilve y el director del Museo de Pontevedra, José Manuel Rey, repasan la trascendencia del hallazgo y compra del Álbum Nós y aseguran que "con total seguridad, si saliera al mercado libre, habría inmediatamente coleccionistas, galeristas o incluso instituciones que hubieran apostado fuertemente por hacerse con esta colección"

José Manuel Rey y Ángeles Tilve, en dependencias del Museo de Pontevedra Mónica Patxot

Cuando la conservadora Ángeles Tilve vio por primera vez el Álbum Nós no se lo podía creer. Abrió una carpeta que le acercó al Museo de Pontevedra la familia Lino y lo primero que vio fue el exlibris de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Dado que de ese remate del Álbum hay varias versiones, no pensó que fuese el original del álbum editado en 1931, pero nada más pasar a la segunda hoja se dio cuenta de que estaba viviendo un momento histórico. "Dije: es el Álbum Nós". Estaba acompañada por José Manuel Castaño, pues ambos eran en aquel momento, en 2016, comisarios de la exposición ‘Meu Pontevedra. Castelao 1916-1936’.

Él "me miraba y me decía: pero son los originales, pero son los originales. No nos lo podíamos creer. Es algo que estaba ya tan interiorizado que estaba perdido que no pensabas que ibas a tener la suerte de encontrarlo y de ser los primeros en verlo en tanto tiempo", recuerda transcurridos casi cinco años. La acompaña el director del Museo de Pontevedra, José Manuel Rey, y ambos repasan la trascendencia del hallazgo ahora que la familia Lino vendió a la Deputación de Pontevedra toda esa colección, el Álbum Nós original completo. 

La sorpresa fue mayúscula, pues creerían que podrían encontrar alguna obra inédita, pero nunca la obra cumbre del artista, que llevaba desaparecida ocho décadas. También fue una sorpresa para la familia. María del Carmen Lino creía que llevaban al Museo "unos dibujos que su padre había conservado con mucho cariño" y, aunque sabía que era obra de Castelao, "no tenían idea de la relevancia". 

En ese primer encuentro de Tilve y Castaño con el Álbum, "tan pronto lo vimos, vimos que era el original y tenía todas las posibilidades de ser el original que había sido reproducido en el año 31". Se dieron cuenta porque durante la década anterior Castelao había expuesto sus láminas con variaciones, pero esas que tenían ante sí eran las mismas del Álbum editado e iniciaron un trabajo de estudio "muy concienzudo" para confirmarlo, que les permitió también detectar "algunas diferencias que eran desconocidas".

El hallazgo puso fin a 80 años de búsqueda de los originales del Álbum Nós, a los que se había perdido la pista en 1929. Según Ángeles Tilve, la última referencia que tenían era del año 1929, cuando se valoró exponerlo en el Museo, pero Castelao no quiso porque en el edificio Castro Monteagudo habría que exponerlo en una especie de atril y "no le acabó de convencer y no lo expuso". 

A partir de ahí, silencio y especulaciones, pues sobre la desaparición de esta colección se especuló un posible robo, un expolio o incluso que los originales se habían quemado. Castelao, muy prolífico en su correspondencia, y que durante la edición del Álbum envió muchas cartas haciendo referencia a la emoción que sentía al verlo impreso, "curiosamente no volvió nunca más a mencionarlo" y en las siguientes exposiciones de sus famosas láminas en lugares como Rusia expuso los libros editados, no los originales. 

"Hubo muchas teorías de dónde podía estar, de donde no podía estar", reconoce Tilve, que sí sabe que el Álbum no estaba en el domicilio de Castelao en el año 1937, cuando a Castelao le hicieron un proceso por responsabilidades políticas e incautaron todos sus bienes para pagar la multa impuesta. Todos se depositaron en el Museo de Pontevedra con idea de subastarlos y, sobre estas láminas "hubo muchas teorías que luego se demostró que no eran ciertas"

"Con estas cosas siempre pasa esto, que está abierto ahí un mundo. Lo típico de ahora, las teorías conspiranoicas, pues es un poco lo mismo. Afortunadamente no estaba destruido y se pudo recuperar", señala Tilve, que también asegura que, pese a esas especulaciones, no tienen ninguna duda de la versión aportada por la familia Lino de que fue un regalo de Castelao a su abuelo. "En ese sentido, no hay nada, la versión de la familia es perfectamente coherente con la realidad social de Pontevedra en ese momento", ahonda el director del Museo. 

"La vinculación personal del padre de esta señora con Castelao era muy estrecha, muy íntima, participaron en muchos de los proceso intelectuales importantes que se dieron en la Pontevedra de ese momento, compartieron inicialmente inquietudes políticas aunque acabaron separándose, tuvieron una vinculación muy estrecha y entra dentro de la lógica que la historia haya sido realmente así", insiste José Manuel Rey

Cuando en 2016 Tilve y Castaño trasladaron a la familia la importancia de las láminas que guardaban "desconocían por completo la polémica que había alrededor del tema". Según recuerda Tilve, "vinieron como si trajesen otra cosa, no había ningún secreto ni nada". Los ejemplares estaban guardados "con cariño" y están "casi en perfecto estado", en las láminas tan solo se ve algo de foxing, "un proceso químico que afecta al papel" totalmente normal. 

Por ese trasfondo, precisamente, y porque sabía que el hallazgo despertaría gran interés entre la prensa, prefirió que no se dijese su nombre. A los responsables del Museo no les extrañó esta petición de anonimato, porque "en las exposiciones temporales muchísimas veces aparece como colección particular porque hay gente que no quiere que figure su nombre". 

El sigilo se mantuvo hasta que se formalizó la venta de la colección a la Deputación y, por transparencia, el nombre aparecería en registros públicos. Fueron los propios hijos de la propietaria los que salieron y explicaron que Castelao se lo regaló a su abuelo y, tras una cesión temporal al Museo, decidieron vendérselo a esta institución pese a tener otras ofertas para garantizar que la obra quedase en Pontevedra. 

La propia familia contactó con el Museo cuando estaba a punto de vencer la cesión temporal de derechos que realizaron en 2016 y les trasladaron que se la venderían. En ese momento, "se pone en marcha toda la maquinaria interna del Museo, a efectos de valoración, de difusión, de idoneidad, de momento, de oportunidad y de la necesidad de llevar a buen puerto esta adquisición". Ocurrió entre finales de octubre y principios de noviembre y el 4 de noviembre la posible compra ya fue al Consello Asesor de la institución, que la apoyó, pues "es una obra capital".

No ha trascendido ningún nombre de las instituciones interesadas en adquirirlo, pues tan solo la fama podría revelarlos, pero Rey sí insiste es que "con total seguridad, si esta obra saliera al mercado libre, habría inmediatamente coleccionistas, galeristas o incluso instituciones que hubieran apostado fuertemente por hacerse con esta colección por el valor tan importante que tiene desde el punto de vista artístico, intelectual y político". 

Una obra artística "vale lo que alguien está dispuesto a pagar por ella y por esta obra sin duda habría opciones de haberlo sacado por más", asegura el director del Museo. Las 51 láminas se adquirieron por 650.000 euros, una valoración "totalmente ajustada", pues Rey reconoce que "puede parecer mucho dinero, pero realmente no está sobrevalorada en absoluto" cuando, por ejemplo, otras láminas de Castelao ya tienen una valoración más alta y el Álbum Nós tiene el "valor de obra completa". 

Rey insiste, además, que de haberse vendido a otra institución "sería una verdadera tragedia", en especial después de haber formado parte de la colección del Museo. "Si esta obra hubiera aparecido ahora mismo, hubiera sido una competencia lícita entre distintos compradores y alguien se lo hubiera llevado, pues ¿qué le vamos a hacer?, nos dolería mucho porque sería una falta my grande en el discurso o el relato que se hace en el Museo sobre la figura de Castelao, pero no es lo mismo que haya estado expuesta ya en la colección permanente", explica. "Una vez que ya ha estado aquí, que ha interactuado con el resto de la obra de Castelao, que hubiera desaparecido ahora mismo sería completamente impensable y sería una pérdida irreparable para el Museo".

Ángeles Tilve valora que encontrarlo ya fue "una gran alegría, una sorpresa enorme" y que ahora forme parte de su colección permanente supone "tener representada la obra fundamental de Castelao". Estas 51 láminas son "obras excepcionales, la obra con la que se consagró incluso a nivel artístico" y su proyección exterior. Además, su suma a los tres Álbumes de Guerra, de modo que en el Museo está "el compendio de la gran obra de Castelao".

José Manuel Rey añade que "la exposición tal y como está concebida ahora", con un "diálogo entre las dos grandes obras de Castelao, los de Guerra y el Nós", permiten "generar un relato muy concreto sobre la evolución, la transformación del pensamiento y de la obra de Castelao a lo largo del tiempo". 

Su intención ahora es llevar esa obra al exterior, intentar que Castelao, que "tiene un capital simbólico muy importante en Galicia por lo que ha significado", tenga "mayor visibilidad" fuera. En plena pandemia y con la obra recién adquirida todavía no han podido definir una hoja de ruta, pero sí están convencidos de que es un artistas que en los próximos años tendrá "bastante difusión" fuera de la comunidad, en especial en pleno auge de la ilustración, una disciplina en la que "es indiscutible que es una de las grandes figuras españolas".

La propiedad intelectual del Álbum es de Francisco Javier Baltar, propietario de todos los derechos de propiedad intelectual de toda la obra de Castelao y, en caso de realizarse reproducciones, es necesario que él autorice, pero no era preciso consultarle la adquisición porque "era propiedad de una familia que lo tenía a través de un legado familiar y estaba en posesión", según Rey. Tilve añade que la única tramitación especial que hubo que realizar se hizo ante la Xunta de Galicia. 

La obra material e inmaterial de Castelao es bien de interés cultural, de modo que era necesario pedir autorización a la Xunta para un cambio de propiedad, pues "siempre tendría derecho de tanteo y retracto de obra". En este caso, rehusó comprarlo.