El Día das Letras Galegas de 2018 estará dedicado a la escritora y profesora María Victoria Moreno Márquez (Valencia de Alcántara, Cáceres, 1941 - Pontevedra, 2005).
La decisión se adoptó en el pleno ordinario de la Real Academia Galega celebrado este sábado en A Coruña, en el que también se nombró académica de honor a Marina Mayoral y académicos y académicas correspondientes a Takekazu Asaka, Marcos Bagno, Olga Castro, Helena González, Kirsty Hooper, Helena Villar Janeiro y Helena Zernova.
Licenciada en Filología Románica en Madrid, María Victoria Moreno llegó a Galicia en 1963, con solo 22 años, como profesora y enseguida asumió la ciudadanía en gallego, idioma en el que enriqueció nuestras letras tanto en la narrativa -sobre todo la infantil y juvenil- como en los estudios literarios, en el ensayo, en la poesía y en la didáctica de la lengua y de la literatura gallegas.
"Eu non son alófona porque o que practico, se é que escribo, podería definirse coma unha amorosa autofonía (…). A miña relación con Galicia e a miña opción pola súa lingua é simplemente unha historia de amor", declaraba María Victoria Moreno, en 1993, en el congreso "Poetas alófonos en lengua galega".
Dos décadas atrás, la autora había publicado Mar adiante (Edicións do Castro, 1973), su primer libro en gallego (ilustrado por ella misma), un año después de ganar con Crarisa e o luceiro el segundo premio del Concurso Nacional de Contos Infantís do Facho. Con esta primera novela, la profesora de origen extremeño se convertía en una de las voces pioneras de la narración en gallego destinada al público más joven, a lo que dedicaría también buena parte de su producción literaria posterior con notable reconocimiento tanto de la crítica como del público.
Otro título destacado en su trayectoria, Anagnórise (Galaxia, 1989), es uno de los mayores éxitos de la literatura juvenil en nuestra lengua: la novela fue incluida en el listado de honor del IBBY (Organización Internacional para el Libro Juvenil) en 1990 y llegaron a editarse en pocos años veinte ediciones.
Pero su libro preferido era Leonardo e os fontaneiros (Galaxia, 1986), con el que ganó el tercer premio Barco de Vapor de 1985. Con Gedellas de seda e liño (1999), otra de las historias en las que demuestra su capacidad de llegar al público adolescente, entró en el prestigioso listado internacional de White Ravens 2002. Un par de años después saldría de la imprenta Diario da luz e a sombra (Xerais, 2004), donde reflejó la experiencia de la enfermedad que acabó poco después con su vida, el 21 de noviembre de 2005.
María Victoria Moreno supo también transmitir la pasión por la lengua y la literatura como profesora, tanto en las clases de lengua gallega semiclandestinas que impartía gratuitamente en los años 70 en Pontevedra (Asociación de Amigos da Cultura, 1971-1974), Vilagarcía de Arousa (1973-1975) u Ourense (Ateneo, 1974-1975) como en las oficiales de lengua y literatura españolas que dio durante décadas en la enseñanza secundaria. Por las primeras, en concreto las impartidas en el Ateneo de Ourense, la Policía de Pontevedra llegó a retirarle el pasaporte a comienzos de 1975 por entender que esta institución estaba gobernada por dirigentes subversivos.
En el instituto de Lugo orientó las inquietudes lingüísticas y literarias de uno de sus alumnos, Xesús Rábade Paredes, promoviendo la edición de su primer libro de poemas, que le prologó. Tras un par de años en esta ciudad y un tiempo en Vilalonga (Sanxenxo), volvió a Pontevedra, donde siguió cautivando a generaciones de chavales, primero en el instituto Valle-Inclán y después en el Torrente Ballester, al que le legó su biblioteca personal.
En el campo educativo firmó, además, libros de texto que aún hoy se consultan: fue coautora de Literatura [galega]. Siglo XX, para COU (Galaxia, 1985), y de Literarura [galega], para 3º de BUP (Galaxia, 1987). As linguas de España e Verso e prosa (Xunta de Galicia, 1991) son otros ejemplos de su trabajo riguroso en el campo de la didáctica. También fue maestra de maestros en cursos como los que impartió sobre literatura gallega para docentes a comienzos de los 80.
La traducción es otro terreno en el que María Victoria Moreno realizó aportaciones destacadas. Tradujo obras desde el catalán, idioma con el que dialogaba como filóloga y poeta, y realizó las traducciones al castellano de la antología bilingüe Os novísimos de la poesía gallega (Akal, 1973), antología que preparó y prologó ella misma con poemas de Margarita Ledo, Darío Xohán Cabana, Fiz Vergara Vilariño o Xesús Rábade. Hace falta también recordar otras facetas de la autora, como la de librera en Pontevedra, donde abrió junto a otros intelectuales, en 1968, la librería Xuntanza, una trinchera más para promover la literatura y difundir los libros. En el campo editorial, fue además codirectora de la colección infantil de Galaxia, Árbore, desde su inicio.