PODCAST. María de la Luz del Prado: "No hay suficientes novelas que traten el mundo de los gitanos"

Pontevedra
12 de diciembre 2024
Actualizada: 21:57

'La buena sombra' trae paisajes geográficos, étnicos, culturales y también emocionales. Hace mirarse frente a frente a la vida acomodada, a la vida bohemia, a los amores prohibidos, a la libertad emocional y al narcotráfico. Y a una chica bien con un artista gitano

'La buena sombra' es la primera novela de María de la Luz del Prado
'La buena sombra' es la primera novela de María de la Luz del Prado /

María de la Luz del Prado debuta como novelista con 'La buena sombra'. Esa buena sombra que como dice la cultura gitana, tiene el oro. Como gitanos flamencos tiene esta novela. Un libro de debut que hace mirarse frente a frente a la vida acomodada, a la vida bohemia, a los amores prohibidos, la libertad emocional, al narcotráfico... A una chica bien con un artista gitano. Una historia que antes ya había sido similar.

Le apetecía escribir más allá de la sección con la que colabora en la revista Hola Living. Tenía claro además que no le apetecía ponerse a hacer investigación sino "que fuese algo que conociese muy muy bien".

Así, se ubica en el barrio de las Letras de Madrid, en el barrio sevillano de Santa Cruz, en las casas blancas de Extremadura, La Línea de la Concepción, Gibraltar y el norte de África. "Son contextos y entornos que conozco, me emocionan, tienen algo de auténtico, tienen encanto", señala.

Y conoce muy bien la idiosincrasia gitana y el flamenco. Jusficadamente, ya que María de la Luz del Prado es la promotora y organizadora del Trocadero Flamenco Festival de Sotogrande (Cádiz). "Muy pocos flamencos han estudiado música o solfeo. Puede llegar un erudito y no pillar el compás flamenco que es de lo mas difícil que hay; sin embargo, vas a una de sus casas y un niño que todavía no sabe hablar sabe coger el compás. Es precioso, ese arte, esa tradición que va pasando de unas generaciones a otras, es algo que no se aprende, tienes que mamarlo".

Respecto a la primera cuenta en el podcast 'Cara a cara': "me he empapado desde que empecé a organizar el festival, me he hecho muy amiga de flamencos y gitanos porque son muy cercanos y familiares. He convivido mucho con las mujeres gitanas que me inspiran muchísimo. Ha sido un aprendizaje muy bonito, como esa forma de vivir al día que me llama mucho la atención, el respeto a los mayores, el arte implícito en las venas". Añade otra motivación a esta novela, "me apetecía darlos a conocer porque no hay suficientes novelas que traten el mundo de los gitanos".

'La buena sombra' trae esos paisajes geográficos, étnicos, culturales y también emocionales, de hecho la autora deja acampar a la María de la Luz terapeuta. "Quería explicar que las emociones vienen a ser sentidas, que son energía que tiene que hacer su curva. Esa energía se siente con el cuerpo, con todos los sentidos y en toda la novela hay metáforas de las emociones o les pongo canciones, que es una terapia para gestionarlas. También es otra terapia dejarse llevar en lugar de querer controlarlo todo, cuando al final, a la vida hay que dejarla que suceda".

Ha disfrutado soberanamente durante el proceso de escritura, "me da hasta vergüenza decirlo, pero fue un paseo. Bonito, divertido.. me cuesta más hacer los festivales. Estaba tan conectada que podría estar todo el día escribiendo nada más. He sido muy feliz el tiempo que he estado pariendo 'La buena sombra'. 

Tanto que afirma sin dudar que tiene intención de más: “sí claro que sí, ojalá, quiero escribir más novelas. Crear me hace sentirme llena y la idea es seguir escribiendo todo lo que pueda y me dejen mis festivales".