Este viernes 8 de noviembre, el Museo de Pontevedra inaugura la esperada exposición antológica 'José Benito Otero Baena. Un pintor sen pinceis', un tributo al artista nacido en Bueu en 1925, quien dejó una huella imborrable en la escena artística gallega antes de su fallecimiento en 2017 en Pontevedra.
La muestra, que se extenderá hasta el 19 de enero de 2025, reúne 38 obras, entre óleos y dibujos, provenientes de colecciones particulares, y tan solo un cuadro procedente del Museo Massó.
En todos ellos destaca la maestría de Otero Baena en el uso del color y su particular interpretación del paisaje y la vida de su entorno.
El vicepresidente de la Deputación Provincial, Rafa Domínguez, enfatizó la relevancia de dar visibilidad a los artistas locales. "Otero Baena representa la esencia del mar gallego, y su habilidad para capturar la luz en sus obras es verdaderamente espectacular", declaró durante la visita a la muestra, en la víspera de su apertura al público.
La comisaria de la exposición, Beatriz de San Ildefonso, resaltó el compromiso de Otero Baena con su entorno: "Su pintura es un testimonio de un patrimonio en peligro de extinción. Desde sus primeros trabajos, reflejó la tradición pesquera y el paisaje de Bueu", un aspecto que se aprecia en obras como 'Dornas'.
Explicaba De San Ildefonso que la técnica del pintor bueués "evolucionó rápidamente al uso exclusivo de la espátula, dejando atrás el pincel para crear una textura única”, añadía. De ahí el subtítulo de la muestra: 'Un pintor sin pinceles'.
"Era un pintor sin pinceles y sin ego, también", manifestaba su hija Marta Otero García, en relación al carácter "modesto y tímido del artista", poco dado a las muestra públicas porque "él disfrutaba pintando".
También presente en este paseo por la obra del artista, quiso reconocer el papel de su madre, Celia García Villar, en la gestación de la obra de Otero Baena.
"Chela", que es como era conocida, "igual que mi padre, que en Bueu era solo Pepé", matiza Marta, fue un pilar fundamental en la vida del pintor, permitiéndole dedicar tiempo a su arte mientras ella se ocupaba del cuidado de los once hijos de la pareja.
Resalta que sin la dedicación y el sacrificio de su madre, la prolífica producción del artista no habría sido posible. "Le animaba para ir a las tertulias artísticas; cogía la vespa, iba a Cangas y de ahí el barco a Vigo, al café Derby; y en Pontevedra venía al Savoy", comenta.
Marta se encuentra en pleno proceso de catalogación de la obra de su padre, con un listado que en la actualidad abarca 260 cuadros. "De esta lista, tenemos la fotografía de 6 ou 7 obras que no sabemos su paradero. Entonces, yo creo que esta exposición también nos puede servir para ver si, una vez que se da a conocer, aparezcan más obras".
De las 39 que componen esta exposición, la hija de Otero Baena escoge el cuadro 'Ameneiro'. Recuerda cómo, en un Día de Reyes de sus últimos años, su padre le ofreció a cada uno de sus hijos la oportunidad de seleccionar, como regalo, un cuadro de su estudio.
Ella llegó en último lugar y se encontró por azar con esta obra, que su padre, con un guiño cómplice, le confesó que intuía que estaba destinada a ella. Para Marta, ese árbol, un aliso lleno de texturas y vida, simboliza "la síntesis de toda su obra".
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Beatriz de San Ildefonso, Rafa Domínguez y Marta Otero en la exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"
Marta Otero posa con el cuadro 'Ameneiro' de su padre José Otero Baena
Exposición "José Benito Otero Baena, un pintor sen pinceis"