Suso Vila, historiador responsable del vaciado documental sobre las clarisas en el estudio histórico artístico que el Museo y la Deputación de Pontevedra encargaron meses atrás, ofrecía una charla sobre los papeles de Santa Clara en las instalaciones del convento.
Allí realizaba un recorrido cronológico desde la fundación hasta la actualidad y relató diversas curiosidades como la dificultad para obtener información sobre Santa Clara debido a la desaparición de documentos.
El convento fue fundado gracias a la donación de Doña Maior Pérez en 1310, con Leonor Rodríguez como primera abadesa, según expuso el historiador. En la época medieval, abadesas como Leonor de Montenegro y Leonor de Meira fueron personas muy destacadas.
Sor María de San Antonio, María de Gálvez, fue otra de las monjas reconocidas en la historia del convento. Entró a formar parte de un convento masculino bajo el nombre de "Juanito" y ocultando su apariencia de mujer. Una vez descubierta fue trasladada a Santa Clara, donde era conocida como la monja fraile. Se le atribuyeron milagros incluso después de muerta y se intentó su canonización sin éxito.
Castro Sampedro fue uno de los frailes franciscanos que documentó estas historias. Suso Vila indicó que Catalina de Caamaño en 1607 formó unas ordenanzas a sugestión de sor María para acudir obligatoriamente al coro, imponiendo sanciones. Estos castigos se imponía a través de un pequeño juego dramático imitando al Tribunal de la Inquisición para reprender a las monjas que no asistían.
En esas representaciones, cada una de las monjas ejercía un oficio como alcaldesa, depositaria de multas o instrumentistas de flauta o pandero. Aquellas monjas que incumplían los mandatos eran paseadas por los pasillos para establecer ejemplo ante el resto, acompañadas por toda la representación.
En 1710, según el experto, se producía una rebelión de las monjas contra los franciscanos debido al acoso y abuso al que estaban sometidas. 18 de las 23 clarisas en clausura escaparon del convento para protestar contra estas acciones.
También destacó la puesta en marcha de un colegio, en el siglo XIX, donde las clarisas ofrecían clases a niñas pobres llegando a tener setenta alumnas. La pérdida de bienes con motivo de la amortización en el siglo XX provocó la austeridad y los problemas económicos de las residentes entre estos muros. Prueba de esta situación son las cajas de leche procedentes del Plan Marshall aparecidas en el convento, indicó Vila.
El martes 13 de diciembre, bajo el título 'Conferencia de (case) clausura', el doctor Xurxo Ayán ofrecerá una nueva charla y el miércoles 14 llegará la ocasión de escuchar a las doctoras María Martín y Carmen Salinero que hablarán sobre las plantas en el pasado y en el presente del convento de Santa Clara.