El Pazo de Cultura se viste de literatura infantil y juvenil durante las próximas tres semanas. El Salón del Libro arranca en su décimo cuarta edición y lo hace combinando máquinas e imaginación literaria. Y así, los niños que protagonizaron el acto inaugural añadieron un enchufe al alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, que frente al atril apuntó: "A ver como falo eu con isto". También la concejala de Cultura, Anxos Riveiro, tuvo que integrarse en un atrezzo de cartón que simulaba un televisor. Ambos se refirieron a la literatura como un enorme aparato "no que collen o resto de aparellos do mundo".
Tras una breve presentación en la que no faltó la ya tradicional mascota de este Salón, el Lobo Orbil, los niños acompañados por sus familiares recorrieron los espacios decorados para esta edición. Las salas en cuya creación colaboran los alumnos de Belas Artes y de la Escola de Canteiros reconstruyen máquinas de escribir, cabinas con instrumentos eléctricos y estructuras mecánicas. Los cuentacuentos de Pavís Pavós iniciaron ya sus sesiones a las que los niños atendían con entusiasmo.
A partir de hoy numerosas actividades relacionadas con el teatro, la música, la literatura y la ilustración se desarrollarán en estos espacios.
El alcalde pontevedrés lamentaba que la Xunta de Galicia haya disminuido su ayuda al Salón y que ha obligado a reducir en una semana su duración además de imposibilitar su proyección para toda la comunidad. Lores manifestó que este evento es uno de los logros de los que se siente más satisfecho durante su mandato "xa que ten repercusión na actividade privada e económica. Non debe ser alleo o feito de que en Pontevedra teñamos dúas editoriais de referencia internacional, Kalandraka e OQO, dedicadas á literatura infantil".