Queridos lectores, el ser humano lleva en sus genes el instinto explorador. Unos lo desarrollan en lugares insólitos a lo largo del mundo y en condiciones extremas; otros, más urbanitas y menos aventureros, lo hacemos en plena ciudad. Pero a todos nos encanta descubrir. Y eso fue lo que estuve haciendo hace unos días en Santiago de Compostela, con la gran suerte de encontrarme como resultado de mi peculiar prospección la última exposición del pintor coruñés Víctor López-Rúa titulada "La Inquietante Belleza" en la Fundación Eugenio Granell. Estando por primera vez en este museo y viendo también por vez primera la obra de López-Rúa, puedo deciros, en argot propio del mundo de las aseguradoras, que me gustó tanto el continente como el contenido.
Escultura y pintura de Eugenio Granell de la colección permanente, maravillosa escalera del museo y vistas desde una de sus plantas superiores.
El majestuoso Pazo de Bendaña del siglo XVIII que acoge la fundación, también da cobijo hasta el 25 de abrila esta interesante muestra que, como su nombre nos adelanta, inquieta y desasosiega sin apartarse ni un ápice de lo bello. Nos encontraremos con escenas de aire cotidiano, en bonitos interiores y exteriores, en las que hay que dar rienda suelta a la imaginación para darle un sentido a la situación de sus personajes.
¿Una mujer caminando sobre la mesa de comedor?
¿Descanso o asesinato?
¿Huida?
Así es. El autor trata de que cada observador imagine qué está ocurriendo dentro del cuadro, con sus protagonistas situados en un momento concreto, e interactúe al menos con su pensamiento. Al final, casi inconscientemente y en pocos segundos, inventamos una particular historia que da sentido a todo.
Maravillosos también son sus dibujos sobre pliegos de papel oficial que, por suerte para ellos, han tenido mejor destino que aquel para el cual nacieron. En lugar de tediosa verborrea jurídica, se han convertido en soportes de belleza de uno de los complementos femeninos más seductores: los zapatos. En vez de estar amontonados apolillándose en cualquier rincón oscuro de una estantería, disfrutan colgados de la solariega pared de este fantástico museo. Y, ¿quién sabe? Quizás próximamente lo hagan en alguna otra estancia habitada por personas de gusto exquisito.
Pero la estrella de la exposición es la instalación estereoscópica que permite al visitante ver, seguramente por primera vez en su vida, un cuadro en tres dimensiones. Y digo, por primera vez porque hasta ahora, sólo el gran Dalí había hecho estudios sobre el tema. Os aseguro que es casi mágico mirar por elestereoscopioe introducirse en el espacio tridimensional de la obra. ¡Toda una experiencia!
Ya sabéis, si queréis inundar de inquietante belleza vuestro día, conocer uno de los edificios más emblemáticos de la capital gallega y sumergiros en las enigmáticas escenas inventadas por este gran artista gallego, tenéis que daros una vuelta por la FundaciónEugenio Granell en la Plaza del Toral, Santiago. ¡Os prometo que lo disfrutaréis!
Con Víctor López-Rúa al lado de su instalación estereoscópica. ¡No os vayáis de aquí sin experimentar!
¡Abrazos, besos y arte!