José Manuel Rey García se ha estrenado este lunes como director del Museo de Pontevedra en un primer día de trabajo en el que mantuvo una reunión con la presidenta de la Deputación y el diputado provincial de Cultura, Carmela Silva y Xosé Leal y desveló que uno de los retos que se marca en esta nueva etapa es mejorar la accesibilidad de las instalaciones. Considera que a nivel físico ya se ha avanzado y mucho, pero queda centrarse en la accesibilidad cognitiva y sensorial, para que "todo o mundo poida visitar o museo en condicións de igualdade".
Rey García todavía no ha decidido cuál será su primera medida al frente de la institución, sino que primero quiere conocer en profundidad la situación del Museo y cuáles son sus líneas de trabajo ya consolidadas y, a partir de esa "reflexión sosegada e tranquila" empezar a planificar el futuro inmediato.
De momento, antes de conocer a fondo la institución y entrevistarse con los trabajadores que conocen sus dinámicas, sí ha dado a conocer cuáles son las líneas que deben regir su funcionamiento. Las plasmó ya en el proyecto de futuro presentado y se basan en que sea un "Museo social", con la idea de reforzar la participación, fomentar el diálogo y el debate crítico y "apostar por unha inclusión social na que todos se vexan reflexados".
Así, se preocupará por el público que acude habitualmente al Museo, pero también por el que no es usuario. "Hai que saber por que non vai esa xente ao Museo para tratar de captalo, para tratar de ofrecerlle algo que nos demanden".
Además, deja clara su voluntad de fomentar sinergias y colaboración institucional, participando en redes de intercambio de experiencias, y de apostar por la proyección exterior y "traspasar as nosas fronteiras". En definitiva, el objetivo que se marca es respetar la tradición, pero mirar al futuro y apostar por las mismas líneas de trabajo que siguen los principales referentes museísticos.
"Manter a esencia, pero mirar máis lonxe, abrir o foco para converter o Museo de Pontevedra nun verdadeiro museo do século XXI" es la finalidad perseguida y, para ello, apostará por la calidad y la innovación, "por xerar no só ideas, senón convertir tamén o Museo nunha factoría de coñecemento, de emocións e de experiencias".
Carmela Silva defendió que el de Pontevedra "é moito máis que un museo, é unha institución que contén toda a nosa historia" y, por lo tanto, es un instrumento fundamental para que la cultura sea una de las grandes potencialidades de la provincia. Además, destacó que tiene reconocimiento a nivel de toda España y es conocido a nivel internacional, pero eso no significa dormirse en los laureles, sino que "temos que darlle un pulo máis potente aínda".
En la misma línea que el nuevo director, Carmela Silva destacó una idea sobre la que también se ha manifestado en anteriores ocasiones Xosé Leal, que el Museo tiene que "entrar século XXI sen deixar de ollar para o pasado. Estar no presente ollando para o futuro".