El Salón do Libro se vestía este sábado de gala para realizar un homenaje a dos de las figuras más importantes para la literatura infantil y juvenil en gallego, Helena Villar Janeiro y Kiko da Silva.
El acto se celebraba en el Pazo da Cultura con la presencia del alcalde Miguel Anxo Fernández Lores y de la concejala de Cultura, Carmen Fouces, que entregaban una figura del loro Ravachol a los dos homenajeados.
El editor Francisco Castro fue el encargado de realizar el laudatio de la escritora nacida en Becerreá y recordó que hace casi medio siglo que ella iniciaba su recorrido literario con su primera publicación en gallego. Destacó algunas de las obras de esta autora como 'Contos do paxaro azul', 'Fina, a pirata' o 'A fuga de Guillermo' y destacó su militancia y su defensa de la lengua.
A continuación, Helena Villar Janeiro comentó que le gustaba la solemnidad del acto dentro de un Salón que promueve la lectura, la creación y el cultivo personal y colectivo. También incidió en las coincidencias entre Kiko da Silva y ella en relación con el año 1979, cuando ella publicó su primer trabajo, y el ilustrador nacía. "Algo faremos xuntos. Non pode quedar este xuntoiro no baleiro", apuntó la autora.
Por su parte, el escritor Manuel Lourenzo González fue el encargado de realizar un glosario sobre el trabajo y la calidad artística de Kiko da Silva, un licenciado en Belas Artes que creó y dirigió la revista 'Retranca' sin ayudas, siendo un editor comprometido, creador de la Escola O Garaxe Hermético y de publicaciones como la revista BD Banda, además de ser el diseñador de la mascota del Salón do Libro, el lobo Orbil, entre otras muchas facetas.
Precisamente Kiko da Silva hizo referencia a los 16 años de andadura de Orbil, el lobo bueno que solo devora libros y realizó un discurso recordando que hace miles de años unos homínidos fueron los primeros que comenzaron a plasmar con dibujo las paredes de una cueva con una "mestría que aínda segue a sorprendernos". Así señaló que las cuevas son los primeros libros ilustrados y germen de la narrativa gráfica. Por eso invitó a dejar de lado el ego y buscar la esencia de la profesión recordando que "a humanidade non existiría sen a creatividade, necesitámola para vivir".