Después de tres semanas de actividades y diversión, el Salón do Libro Infantil e Xuvenil de Pontevedra despidió este viernes su XX edición en el Pazo da Cultura, un año marcado por la influencia de la lusofonía.
A lo largo de todos estos días fueron cerca de 26.000 las personas de todas las edades, niños y adultos, las que disfrutaron de su amplia programación en una edición que intentó diversificar su oferta.
El acto de clausura del Salón do Libro estuvo conducido por Andrea Bayer y contó con el alumnado del RockLab para que pusiese ambientación musical y celebrase con Orbil los 20 años de vida del evento.
La consolidación de público adolescente, la bajada de la ratio de escolares por día en fomento de la calidad de las actividades y la expansión del Salón por la ciudad fueron algunos de los objetivos que la organización considera cumplidos.
"Non é posible agradecer unha a unha ás miles de persoas,público incluido, que fixeron posible o Salón", señaló en su intervención la concejala de Cultura, Carmen Fouces, que se quiso acordar de Luís Bará como la persona "que ao longo da súa vida espallou unha morea de proxectos maravillosos como o Salón".
Los discursos dieron paso a un vídeo en el que el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, y diversas personas de la vida cultural contaron lo que significa el Salón do Libro para ellos y para la ciudad.
Al final, 20 niños y niñas soplaron las velas sobre el escenario con un deseo, que vengan por lo menos 20 años más de Salón do Libro Infantil e Xuvenil.