Una vida truncada por la tragedia. Un destino caprichoso. Una voluntad capaz de bailar al son de las mareas. Todo en Vila de Pazos, el 'alter-ego' de Cambados, a principios del siglo XX. Ese es el trasfondo de El baile de las mareas, el debut literario de Laura Portas (Cambados, 1992).
"Nada mejor que mis raíces y mi propio pueblo", reconoce esta joven periodista, curtida como reportera en los informativos de Telecinco y Antena 3, para ambientar su primera novela, la historia de una mariscadora envuelta en una historia de amor, misterio e intereses cruzados.
Afirma que escribir sobre Cambados fue complicado porque "sabes que hay cosas que se van a analizar con más detalle", pero se muestra muy orgullosa del resultado. Confía en que este sea el inicio de una larga carrera como escritora porque "lo he disfrutado muchísimo".
Esta novela rezuma a Cambados por los cuatro costados…
Pues si me dices eso, es que logré el objetivo que tenía en mente. Yo creo que representa muy bien lo que es Cambados. Para mí era muy importante. Siendo gallega quería que mi primera novela tuviese esa esencia atlántica. Quería intentar retratar mi pueblo en esta historia.
¿Te costó mucho empezar a escribir esta historia?
Me costó mucho, sí. Siempre sentía que necesitaba documentarme más. Nunca me veía preparada del todo porque pensaba que se me iba a escapar algo. Que me faltaba profundizar más para que la gente cuando lo leyese dijese 'es así, está bien contado, no me chirría nada'.
Y todavía más cuando se trata de tu pueblo, ¿no?
Fue un reto porque escribir sobre tu propio pueblo tiene cosas muy bonitas, pero también es más complicado. Sabes que hay cosas que se van a analizar con más detalle. Tú sientes que tienes esa responsabilidad de narrarlo tal cual, con total precisión para no decepcionar.
Muchos periodistas, acostumbrados a contar historias, siempre dicen que sentarse a escribir su primer libro les ha costado. Que no se veían capaces. ¿Ha sido tu caso?
Yo diría que lo que más me costó fue el decir empiezo ya. Los periodistas tenemos un género con una estructura muy marcada, tenemos unos tiempos o tenemos un formato. De repente, te ves con total libertad para abarcar una historia y no sabes por dónde empezar. No tienes límite ni tiempo. No tienes ese cronómetro que está sonando en tu cabeza todo el rato.
¿Y cómo llega a ti esta historia? ¿Cuál fue el punto de partida?
"Yo sentía que tenía que escribir sobre algo que me representase. Y nada mejor que mis raíces y mi propio pueblo"
Viene por una propuesta para escribir sobre algo. Yo sentía que tenía que ser algo que me representase. Y nada mejor que mis raíces y mi propio pueblo. A partir de ahí empecé a atar cabos. Tenía muy claro que la protagonista tenía que ser mariscadora. Siendo de Cambados tenía que haber mar, pazos y vino. Y el resultado fue El baile de las mareas.
¿Qué fue lo que atrapó de Aurora? Esa mariscadora que, por un motivo trágico, ve como su mundo cambia radicalmente y se encuentra con una realidad que no es la suya
Yo partía de la idea de que fuese una mariscadora, pero no tenía claro mucho más. En mi mente la imaginé de una manera, pero acabé plasmando en ella las historias que me contaron las mariscadoras. Le dio mucha más fuerza al personaje, hizo que fuera más potente. Las mujeres del mar son mujeres fuertes. Aurora se adapta muy bien a lo que yo buscaba.
Un carácter fuerte y forzado por su trabajo, por su relación especial con el mar. Y también por los naufragios, ¿no? Como en el caso de Aurora…
A mí me impactó mucho cuando una mariscadora me dijo que su madre siempre la levantaba por la noche y le decía que fuera a darle un beso a su padre, porque si le pasaba algo en el mar lo último que iba a ver era esa sonrisa. Me transmitió ese sentimiento de miedo que ellas tenían cada vez que sus maridos se iban al mar. No sabían si iban a volver. Quería poner en valor el trabajo de esa gente. Creo que a veces no se valora lo suficiente.
¿Podríamos decir entonces que la historia de Aurora es la historia de muchas mujeres?
Es un componente que le da mucha riqueza a la historia. Al final son historias reales que las narro en primera persona a través de Aurora. Son cosas que me contaba la gente de Cambados a la que yo le iba preguntando. Son historias que quedan plasmadas en papel. Si solo van de boca en boca, a veces llega un momento en el que se pierden muchas cosas. Luego entra la imaginación. Como autor también te gusta evadirte un poco de la realidad y dejar que los personajes bailen un poco, que sean libres.
Aurora es el eje central de una historia con un gran trasfondo social que deriva en traiciones, intrigas familiares… ¿Por qué crees que a los lectores les gusta tanto este género?
"Todos nos vamos a sentir identificados con cosas que le pasan a Aurora. Seguramente en algún capítulo de nuestra vida pasamos algo parecido"
Yo creo que todo el mundo se ve reflejado. Al final, las traiciones están a la orden del día. Yo creo que es la vida misma. Todos nos vamos a sentir identificados con cosas que le pasan a Aurora. Seguramente en algún capítulo de nuestra vida pasamos algo parecido. Tiene ese poder de sentirse representado. Yo también sufría con Aurora cuando lo estaba escribiendo.
Para dar forma a esta novela, el proceso de documentación habrá sido arduo. ¿Cómo fue todo ese trabajo previo?
Fueron unos siete meses. Me hizo cambiar la visión de la historia y la visión de la propia Cambados. Aprendí a verla con los ojos de las personas que me estaban contando esas historias. Incluso cosas de hace cien años. Cada vez que volvía a pasar por los lugares de los que me hablaban recreaba esas imágenes. Eso fue muy bonito. A mí me aportó mucho.
¿Y cómo es el hecho de volver a casa con un libro bajo el brazo?
Aún lo estoy asimilando. Yo escribía entre cuatro paredes y ahora te das cuenta de que esta historia ya está en las manos de todos. Está siendo muy emocionante. Yo tenía muy claro que el libro se tenía que presentar en Cambados. Es donde yo me siento arropada y donde creo que va a ilusionar más también. A todos nos une ese sentimiento de identidad.
Aparte de tu editor, ¿a quién fue la primera persona a la que le enseñaste la novela?
Yo soy muy reservada. Tenía una caja con diez libros aquí en Galicia y no dejé que mi madre la abriera hasta que llegué yo a casa. No quería que fuera algo frío. No lo compartí prácticamente con nadie. Solo le enseñé algún capítulo a mi madre para ver si se entendía, si le sonaba bien. Y gracias a ella cambié cosas. Pero el resultado final lo van a conocer todos a partir de ahora.
¿El baile de las mareas es el inicio de una carrera como escritora? ¿Te gustaría?
Ojalá. Ha sido un proceso de luces y sombras. Lo disfruté muchísimo, pero a veces no te vienen las ideas. Pero ha sido algo tremendo tener esta oportunidad. Escribir ha sido como una terapia. Es algo que yo no había hecho nunca. Me encantaría hacer una segunda novela. Ya tengo algunas ideas en la cabeza, pero no solo depende de mí.