En su pueblo natal, Meaño, y con todas las medidas preventivas por el coronavirus, el ex conselleiro de Cultura de la Xunta de Galicia, Roberto Varela, inaugura este domingo su propia exposición de fotografía. Le acompañarán sus amigos de la infancia y también compañeros de carrera como los embajadores de España en Venezuela e Irlanda.
La exposición se llama 'Le silence' "porque fue hecha en Paris, en un momento de gran silencio: durante el confinamiento. Fueron días muy tristes y lo que recuerdo, curiosamente, es una –no- imagen que es ese silencio que intento plasmar en las fotografías" asegura Varela, y se inaugurará el domingo 23 de agosto, en La Quinta de San Amaro en Meaño, Pontevedra.
"Desde que era niño me recuerdo haciendo fotografías. Siempre me gustó. Y afortunadamente mi trabajo me ha permitido mantener la afición. Puedo viajar, he estado en numerosos lugares del mundo y, de alguna manera, he aprovechado esa circunstancia para hacer una de las cosas que más me gustan junto con la música. Yo no sería yo sin música y sin una cámara de fotos al lado. Esta exposición es un prólogo de lo que va a venir ahora, un libro que verá la luz en breve y que publicaré con la editorial gallega "Chan da pólvora".
La fotografía para recordar y para olvidar
"Detrás de cada fotografía, por muy simple que sea, hay una historia. En estas fotografías que nacieron en cuatro meses hay alguna a la que le tengo especial cariño. Durante esa época falleció mi madre y fue muy frustrante no poder viajar a Galicia desde París para decirle adiós. No pretendo que sean fotografías que cuenten mi vida pero, desde luego, todas tienen una historia detrás. Desde una trompeta que anuncia el silencio hasta flores blancas y objetos que se que a mi madre le hubiesen gustado. No dejo de ver fotografías para recrearme en ellas: para recordar y, para olvidar, las fotografías, a veces, también ayudan a olvidar" afirma el ex conselleiro.
El coronavirus y la cultura: ese "silencio atronador"
Roberto Varela tiene claro que la Covid-19 ha dejado entre sus víctimas a la Cultura "con la que el virus se ha ensañado" y añade que "en un país como Francia donde soy consejero cultural de la embajada de España he visto, de un día para otro, como todo el trabajo que había realizado en los primeros meses del año quedó zanjado de una manera cruel. Todo se cortó de cuajo y, de repente me he visto encerrado en casa, como todos.
El virus ha dado un golpe muy duro a la Cultura desde el punto de vista de la práctica hasta la posibilidad de acceder a ella. Museos de dimensiones inmensas como el Louvre se han visto reducidos a la nada. De hecho este museo, por poner un ejemplo, me consta que perdió de ingresos 48 millones de euros. Eso nos da una idea de lo que ha ocurrido. Que la Cultura pueda salir adelante después de este golpe está en manos de los políticos. La Cultura no es algo menor que se pueda cortar o dejar de lado. La Cultura es como el pan que comemos cada día. Evidentemente hay prioridades pero creo que la Cultura debería estar entre ellas"
El diplomático, filósofo y también fotógrafo aficionado concluye: "es una exposición modesta, sin pretensiones, que quiere poner de manifiesto una faceta mía que siempre me ha gustado y, por primera vez y sin quererlo, he tenido tiempo porque, pese al teletrabajo, cuando todas las actividades culturales han sido suspendidas uno se queda como en blanco. Ahí decidí poner sobre el papel lo que significa este silencio que donde lo viví, en París, sólo se interrumpía a las ocho de la tarde con un aplauso para todos los que luchan contra la Covid-19. Era el único momento en el que se rompía ese silencio atronador".