Emilio del Río recibió en 2024 el Premio Acción Cívica en defensa de las humanidades y cuenta con la Cruz de Alfonso X el Sabio por sus méritos en educación, ciencia, cultura, docencia e investigación; es Premio Nacional de la Sociedad Española de Estudios Latinos y de la Sociedad Española de Estudios Clásicos.
Autor del podcast 'Locos por los clásicos', lleva más de una década encargándose de la sección de latín y cultura clásica 'Verba Volant' en el programa 'No es un día cualquiera' de RNE. 'Carpe Diem. Autoayúdate con los clásicos' es el quinto libro que publica después de 'Pequeña historia de la mitología clásica', 'Locos por los clásicos', 'Calamares a la romana' y 'Latín Lovers'.
En un momento como el presente en el que los títulos de autoayuda proliferan exponencialmente con fórmulas que en casos suenan a novedad, este filólogo y divulgador presenta "una defensa contra tantos manuales de charlatán de feria". Un libro que ha querido que resulte "muy práctico" para ayudar a los lectores a "buscar siempre el lado positivo de la vida".
Como recuerda en la charla que mantenemos con él en el podcast 'Cara a cara': "los clásicos escribían autoayuda de la buena” en lugar de - como es frecuente ahora -, dar soluciones fáciles a problemas complejos. "Igual que nos entrenamos físicamente, para estar bien emocionalmente hay que entrenar y para eso hay que saber los ejercicios, que es lo que cuento en este libro".
'Carpe Diem' está escrito en algo más de cuarenta capítulos que pueden leerse sin orden establecido. Cómo afrontar la vejez, dormir bien para vivir mejor, el dinero no quita la felicidad, tómate un respiro y aprende a desconectar, el poder de los hábitos, vivir es combatir, todo cambia, cómo afrontar la muerte, el poder del perdón, defender la alegría, la necesidad de tener objetivos..., tienen sus referencias en los pensadores clásicos y también las anécdotas personales del autor.
"Debemos adaptarnos a las circunstancias que el azar coloque en nuestro camino" dejó escrito Séneca en sus 'Cartas a Lucilio', aunque siglos después un tal Bruce Lee la revisó y popularizó con aquel 'Be water my friend'. Y Ovidio ya se adelantó a lo que ahora se describe como resiliencia: 'La gota perfora la piedra, no por la fuerza, sino por caer sin parar', decía.
Los clásicos preconizaban la bondad como forma de vida. Algo que puede sonar a ingenuo o a enaltecimiento del 'buenismo'. Del Río aclara el concepto: "la bondad no es debilidad ni poner siempre la mejilla. Es buscar valores, principios como la cooperación, la amistad, la solidaridad, pero también enfrentarse a la adversidad y defenderse de la maldad. La maldad ha existido y existirá y la humindad ha llegado hasta aquí gracias a la bondad no a la maldad".
La vida moderna tiene las mismas premisas que la clásica y aquellos pensadores ya dieron sus respuestas a estas grandes preguntas.