El próximo domingo se cumplen 80 años del descubrimiento del conocido popularmente como el Tesoro de Caldas. Es por eso que el Concello de Caldas de Reis va a desarrollar en el año 2021 un ciclo de acciones educativas y culturales con las que divulgar y poner en valor este conjunto de piezas de oro de la edad de bronce galaica. El Tesoro también se va a emplear en material e iniciativas de promoción turística con el objeto de hacer de él una de las imágenes que represente a Caldas como destino de interés patrimonial e histórico. Las iniciativas con motivo del octagésimo aniversario de la aparición del Tesoro se pretendían poner en marcha durante este 2020 pero quedaron truncadas la causa de la pandemia de la covid.
El Tesoro de Caldas constituye un hito en el marco de los hallazgos arqueológicos del norte peninsular. Se trata del tesoro de oro más importante de la Península Ibérica y de uno de los de mayor relevancia en toda Europa por su peso. Los arqueólogos suelen establecer su ocultación en la fase final del bronce antiguo, aproximadamente cara el año 1.800 A. C. Como se vendió parte de los objetos que lo conformaban, resulta imposible saber con exactitud su composición y peso originales, pero por las investigaciones y declaraciones de los descubridores se calcula que podría estar formado por más de 25 kilos de oro de los que se conservan 14,9.
La aparición del Depósito de las Silgadas el 20 de diciembre de 1940 fue fortuíto y se produjo cuando varios hombres estaban colocando esteos para una viña en una parcela al norte de la Villa Termal. Al hacer los agujeros en la tierra se observó que en el hierro que se estaba clavando salía un trozo de oro. Al excavar la zona apareció el tesoro a tan sólo 20 centímetros de profundidad y directamente en la tierra, sin recipiente alguno. Los descubridores decidieron callar el hallazgo y proceder a su venta poco a poco.
En junio de 1941 fueron descubiertos por la Guardia Civil que procedió a requisar el tesoro que les quedaba por vender y avisó a los expertos para su valoración. En este contexto cobra importancia a figura de Fermín Bouza Brey, de aquellas comisario provincial de excavaciones arqueológicas, que reconoció el valor histórico del conjunto y junto con el entonces director del Museo de Pontevedra, Filgueira Valverde y el subdirector del Museo del Prado, Sánchez Cantón, realizaron gestiones para que finalmente fuera depositado en el Museo de Pontevedra donde se encuentra desde entonces y no fuera trasladado a Madrid. Precisamente, el peinado del Tesoro sirvió de inspiración para conformar una parte de la nueva identidad corporativa y visual del museo.
Actualmente en Caldas existe una fidedigna reproducción del Tesoro que fue impulsada por Xoan M. Domato bajo el patrocinio del Concello de Caldas de Reis a partir de los moldes cerámicos de punta en blanco Reboreda López, 'Dorelo'. El trabajo se realizó en los talleres de joyería Industrias San José de Vilagarcía bajo la dirección de José Luis Nogueira Rodríguez y está expuesto en el Auditorio Municipal.
El tesoro que hoy se conserva está formado por cuatro tipos de objetos: tres vasos o jarras con una asa, un peine con tres semicírculos, 31 lingotes anulares y 6 fragmentos que formarían parte de una lámina de tiras. Además de su incalculable valor patrimonial el conjunto es una señal de identidad para Caldas de Reis y un orgullo para los caldenses.