Queridos lectores, el invierno y sus jornadas azotadas por el frío y la cercanía de la noche constituyen el marco ideal y la excusa perfecta para acercarnos a visitar nuestros museos. Espacios de paz, quietud y belleza por antonomasia, ahora también nos ofrecen su calor a la par que satisfacen nuestra ansiedad de bucear a pulmón en los mares del arte. Por eso, es una gran suerte que hasta el 1 de marzo, la ciudad de Pontevedra y todo aquel que quiera visitarla, tenga el privilegio de poder ver en el Sexto Edificio de su Museo, una exposición antológica de nuestro querido pintor vigués Alex Vázquez.
Con Alex y su emblemático "Palacete das Mendoza". ¡Fan absoluta!
Curiosamente, la obra deAlex Vázquezentró en mi vida a través de la camelia, también flor de invierno, y ahora la he descubierto más a fondo gracias a esta muestra antológica de su obra, con más representación de su última década pero que realmente abarca, nada más y nada menos, que cuarenta y cinco años de buen hacer.
Un artículo de Ramón Rozas dedicado a este cuadro. No dejéis de leerlo: "Natureza en Liberdade".
En todo este tiempo, la obra de Alex ha ido evolucionando, cambiando de técnica e incluso su firma ha sufrido modificaciones, pero nunca nunca ha dejado de ser él porque su característico estilo se puede reconocer en todas sus pinturas.
"Gran Hotel" (1971).
"Las Delicias" (1984).
Color, fuerza, naturaleza pero también arquitectura, retratos en cera, un cuadro que nunca ha sido expuesto, otro premiado que le abrió las puertas y otro que tras venderlo ha podido recuperar , cuelgan de las paredes del Museo de Pontevedra que no puede estar mejor acicalado ahora mismo . Pieza espectacular, un biombo con su inimitable sello que representa las orillas del Lérez, el lugar por donde él suele pasear y que, a mi juicio, rivaliza con la naturaleza en la que se inspira.
Todo un paraíso cuajado de "Alex Vazquez" formando una unidad.
Absolutamente deliciosas las tablas dispuestas en forma de biombo de las que os hablaba.
Alex nos cuenta que él es muy inquieto y nervioso pero que su pintura le sale apacible y espontánea. Quizás, pienso yo, porque es pintando cuando se encuentra realmente en su propio elemento y por eso, aunque intensa, su obra nos relaja y "nos invita a soñar" como comenta su hija Amelia Palacios, comisaria de excepción de la muestra.
"La fraga es un tapiz de vida apretado contra las arrugas de la tierra". El Bosque Animado. Wenceslao Fernández Florez.
"Praia" (2012).
Descubrimos queTurner, Monety Zao Wou- kison algunos de los pintores que más le han impresionado y que también, además de pintar, le apasiona ilustrar libros ⿿quizás su faceta más desconocida al menos para mí hasta ahora-.
Mucho que ver y más que soñar "Acariñando o ceo" deAlex Vázquez. Ahora, además, con la fantástica coincidencia del pintor pontevedrésBarreiroen este mismo edificio. Un magnífico momento para acercarse al Museo y abandonarse a esta lujuria pictórica con síndrome de Stendhal incluido.
¡Besos, museos, abrazos y arte!