'A ovella Engracia' anima a los pequeños a perseguir los sueños en el Salón do Libro

Pontevedra
25 de abril 2018

La oveja Engracia y su amiga Branca nos contaron estos días 24 y 25 la historia del viaje que emprendió la primera de ellas para ir a buscar la luna. El Pazo da Cultura de Pontevedra se llenaba de cientos de niños y niñas con ganas de saber si la oveja habría conseguido su objetivo. La sesión contó con música en directo gracias al grupo SPJ, Seminario Permanente de Jazz

Realización de la obra teatral en el Pazo de la Cultura / Miguel Álvarez

"Eu botei a andar polo prado detrás da lúa... realmente hipnotizada" y todos acompañamos a la oveja Engracia en su viaje.

Miércoles 25 por la mañana. Cientos de niños y niñas esperaban ansiosos a que empezase la función en el Pazo da Cultura de Pontevedra. Sobre el escenario había un montón de cajas de madera y varios instrumentos. Se apagaron las luces, la sala quedó en silencio y dos ovejas se presentaron en el escenario. Engracia y Branca.

Engracia estaba aburrida de llevar una vida rutinaria; comer hierba, dormir la siesta, saltar vallas para que la gente cuente ovejas cuando se van a acostar,... ¡siempre lo mismo! Un día decidió ir a ver la luna, y ahí empezó el viaje de 'A ovella Engracia'.

'A ovella Engracia', creada exclusivamente para el Salón do Libro, es una entretenida obra que narra el viaje en busca de la luna de esta oveja y cuenta todos los amigos conoció por el camino, como el Oso Bernardino o la Serpiente Susana. Además, anima a los pequeños a luchar por sus sueños. Pues, como decía la canción "a xente conta ovellas pra durmir. Engracia conta unha historia que di que todo, todo é posible. Que sempre hai que intentalo, que a forza está en ti". 

Engracia, interpretada por María Lado, guionista de la obra, intentaba llegar a la luna, pero cada vez que conseguía estar un poco más cerca, ésta se escondía; sin embargo, no se rindió nunca, mostrando a los niños que no hay que darse por vencidos.

Su buena amiga, la oveja Branca, cantaba las aventuras de Engracia. Lucía Aldao era la encargada de dar vida a este personaje y la compositora de las canciones, que, con mucho ritmo y mucho swing, animaba a los más pequeños a seguir con palmadas el viaje de su compañera.

El toque de jazz fue gracias a integrantes del grupo SPJ, Seminario Permanente de Jazz; Paco Charlín al contrabajo, Carlos Gil haciendo sonar el piano y Luis Vivas a las baquetas de la batería, quienes acompañaban en directo la voz de Lucía Aldao.

La historia terminó con final feliz para las ovejas del mundo. Ellas, finalmente, pudieron descansar y dejar de saltar vallas, porque la historia de Encarna motivó a los humanos a contar más cuentos y menos compañeras a la hora de dormir, explicó Branca.

¡Y qué sorpresa! Cuando terminó la función, Orbil, el lobo del Salón do Libro vino a saludarnos con mucho cariño y repartió miles de abrazos entre los pequeños y no tan pequeños.