El Cisne sigue buscando una victoria que sirva para cortar la mala racha de resultados y que le permita volver a engancharse a la carrera por la permanencia. "Tenemos un desplazamiento complicado y un partido muy importante contra un rival directo por la permanencia", afirma Marcos Otero, Quiños, sobre el duelo previsto para este domingo a las 20 horas en Cantabria contra el Sinfín.
Los blancos ya ganaron a los cántabros en la primera vuelta, pero el mal momento de resultados de los de Márquez ha permitido a los de Rubén Garabaya darle la vuelta a la situación. "Empezaron muy bien la segunda vuelta y se han distanciado de nosotros en tres puntos, de perder serían cinco", advierte el técnico dejando clara la necesidad de regresar a Pontevedra con "algo positivo".
El triunfo de los santanderinos sobre Logroño y Anaitasuna ha reforzado la confianza de un equipo cuyo objetivo es el de la permanencia en Asobal, por lo que en el vestuario cisneísta afrontan el choque "casi como un partido a vida o muerte", reconoce Quiños.
"Es un equipo en el que todos aportan y la defensa es un baluarte", detalla el preparador la principal preocupación de un Cisne que trata de recuperar sensaciones en una segunda vuelta en la que todavía no han puntuado.
Por su parte, el Teucro, después de derrotar al Bueu la semana pasada, afronta una nueva salida. Los azules se enfrentan este sábado a las 20 horas al SAR de Redondela, un rival que ocupa la última posición de la clasificación con solo cuatro puntos y al que el Teucro debe derrotar si quiere seguir escalando puestos en la tabla.