Gueye se viste de Papa Noel y regala a Pontevedra una nueva fiesta de Copa a costa del Tenerife (2-1)

Pontevedra
21 de diciembre 2022

Los de Antonio Fernández noquearon al Tenerife, de Segunda División, en el primer tiempo con un innovador planteamiento táctico y el equipo demostró saber sufrir en el segundo tiempo ante la avalancha visitante

Rueda de prensa del entrenador del Pontevedra, Antonio Fernández, tras el partido de Copa del Rey contra el CD Tenerife /
Partido de Copa del Rey entre Pontevedra y Tenerife en Pasarón
Partido de Copa del Rey entre Pontevedra y Tenerife en Pasarón

La noche de Copa fue como una Nochebuena anticipada para el Pontevedra. Papa Noel llegó cargado de regalos, no solo por la clasificación a la siguiente ronda que asegura la visita a Pasarón de un equipo de Primera DIvisión, sino porque los granates descubrieron muchas cosas sobre ellos mismos que el propio vestuario desconocía.

Antonio Fernández agregó a su biblioteca un nuevo esquema de juego que sorprendió y desconectó al rival, un 3-4-3 insólito hasta la fecha.

Libasse Gueye demostró al fin por qué el Pontevedra puso sus ojos en él con dos golazos, un inmenso despliegue de regates y, sobre todo, mucho atrevimiento. La unidad B del equipo demostró que también tiene nivel para competir e incluso el jugador menos utilizado, Álex Masogo, suplió con solvencia la anticipada retirada por lesión de Mario Ortiz.

Y con el viento en contra, como se puso en el segundo tiempo, los granates demostraron tener el carácter necesario para saber sufrir, defenderse contra un rival de superior categoría e incluso de amenazar con peligrosos contragolpes.

La lesión de Miguel Román, a principios de la segunda parte, fue la única nota negativa del partido, porque es una pieza fundamental del equipo y porque su marcha hizo que el Pontevedra perdiese el control del balón. 

La velada no pudo empezar de una manera mejor y ya anticipó al héroe de la noche. Libasse Gueye, que formó como extremo derecho, despejó un balón en su propia área que Charles bajó y protegió aguardando la llegada de su compañero. Se la devolvió al senegalés, que dribló a dos defensores y desde la media luna armó un disparo de rosca que tocó en la zaga tinerfeña para alojarse en la escuadra derecha de la meta defendida por Javi Díaz.

Se acababa de cumplir el minuto 2 de juego pero ya se veía a un Tenerife sorprendido y superado por la innovadora disposición táctica de los granates. Y antes del minuto cinco otra llegada por banda derecha estuvo a punto de ampliar la renta local, pero el centro cerrado de Oier Calvillo, que se envenenó, no encontró rematador y acabó saliendo muy cerca del palo de la meta visitante.

Seguían los tinerfeños buscando su sitio sobre el castigado césped de Pasarón cuando Gueye volvió a hacer una diablura todavía más inesperada que la anterior. Recibió el balón en su propio campo y habilitó a Álex González que se sumaba al ataque por la izquierda. El capitán centró el balón, que cayó dentro del área en los pies de Gueye.

El anterior Libasse se habría aturullado con el esférico entre sus botas, pero el de esta noche no. Con acierto, retrasó el balón para la incorporación de Mario Ortiz, se movió, la volvió a pedir y desde la media luna armó el interior de su pierna izquierda para alojar con rosca el balón en el fondo de la portería de Javi Díaz.

La afición granate se frotaba los ojos con incredulidad. No por ir ganando por dos a un rival de superior categoría tras un cuarto de hora de juego, sino porque Gueye estaba demostrando por fin todo el fútbol que lleva dentro.

El extremo senegalés demostraba por fin todo el fútbol que lleva dentro

Transcurrió el resto del primer tiempo sin sobresaltos. El Pontevedra, muy serio en la presión y en la defensa en bloque bajo, no concedió ninguna llegada de peligro al rival, mientras que en cada salida al contragolpe, tanto González como Gueye amenazaban con su velocidad y su desborde la defensa canaria.

Tras el paso por vestuarios,  el Tenerife pisó el acelerador y demostró por qué está en Segunda División, por lo que al Pontevedra, que vio como le arrebataban el balón, le tocó sufrir. Lo probó primero con un robo en campo contrario de Mo Dauda cuyo disparó bloqueó la defensa local, luego con una falta lateral cabeceada por encima del arco de Cacharrón e incluso hubo una tercera, un remate peinado por Garcés que lamió el poste derecho del meta local.

Pero tanto fue el cántaro a la fuente, que se rompió. Cumplida la primera hora de juego, los de Ramis movieron el balón de un lado al otro por el balcón del área hasta llevarlo a los pies de Dauda, cuyo centro chut encontró en el segundo palo la bota de Iván Romero para recortar distancias.

La situación había empeorado minutos antes para los de Antonio Fernández, que perdieron por lesión a Miguel Román, con lo que el control de la sala de máquinas que el joven de Gondomar asegura desapareció.

Pero el Pontevedra demostró que también tiene oficio y que sabe sufrir, incluso sin piezas fundamentales en su once y con jugadores que acumulan pocos minutos. Sacaron carácter los granates con una jugada individual de Brais Abelenda que no encontró el espacio necesario para disparar después de irse de dos rivales.

Pudo empatar el Tenerife a falta de quince minutos para el final, pero apareció Cacharrón para asegurar la clasificación al sacar un pie milagroso para desbaratar el mano a mano con Dauda. 

Apareció Cacharrón para asegurar la clasificación al sacar un pie milagroso

El cansancio, por el esfuerzo y la pesadez del campo, empezó a hacer mella en los granates que se defendían con uñas y dientes de las acometidas visitantes. Pero no renunciaban los de Antonio Fernández al ataque y tuvieron dos contragolpes para sentenciar la eliminatoria. SIn embargo, Bakero pecó de generoso y en vez de rematar el centro de Rufo, preferió ceder a Brais, que no pudo llegar al remate en el área pequeña.

Ya en el tiempo de descuento, una falta cometida por Luis Martínez derivó en una multitudinaria trifulca entre los jugadores de los dos equipos que el colegiado resolvió con las expulsiones de Yelko Pino, que había visto antes una amarilla por protestar, y de Jose Ángel.

Los seis minutos de añadido se hicieron eterno, pero no hubo ocasiones para ninguno y con el pitido final, jugadores y afición, mucho más numerosa que en jornadas de liga, estallaron de júbilo porque los Reyes traerán a Pasarón a un rival de Primera División.

PONTEVEDRA CF (2): Cacharrón; Churre, Soto, Luis Martínez; Oier Calvillo, Mario Ortiz (Masogo, min 29), Miguel Román (Yelko Pino, min 54), Samu Araújo(Rufo, min 68); Gueye (Bakero, min 68), Charles (Brais Abelenda, min 54), Álex González

CD TENERIFE (1): Javi Díaz; Carlos Ruiz (Enric Gallego, min 74), Jose León (Sergio González, min 45), Buñuel, Andoni López; Apiah (Iván Romero, min 45), Álex Corredera (Spicic, min 74), Pablo Larrea (Jose Ángel, min 45), Mo Dauda; Borja Garcés, Shashoua

Árbitro: Gorostegui Fernández, Aitor (País Vasco), auxiliado en las bandas por Merino Sánchez y Rodríguez Portela, amonestó a Jose León y Spicic por parte del Teneride; y a Álex González, Luis Martínez, Masogo y Charles por parte del Pontevedra. Además expulsó a Yelko Pino, del Pontevedra y a Jose Ángel, del Tenerife. El cuarto árbitro fue Mallo Fernandez.

Goles: 1-0, min 2, Libasse Gueye; 2-0, min 15, Libasse Gueye; 2-1, min 62, Iván Romero

Incidencias: Partido correspondente a la segunda ronda de la Copa de SM el Rey disputado en el estadio municipal de Pasarón ante 3.200 espectadores.