El Pontevedra, a la cola en instalaciones para entrenar en la Primera RFEF

Pontevedra
12 de agosto 2022

Contar con una ciudad deportiva propia es una vieja aspiración del Pontevedra Club de Fútbol, un sueño que cobra más importancia si cabe viendo a sus rivales la próxima temporada en la Primera RFEF, en la que la muchos de los equipos cuenta con campos de entrenamiento de hierba natural a su disposición. En el caso granate, los campos de Xeve y Poio, de césped artificial, centran las sesiones de preparación para preservar en lo posible Pasarón

Entrenamiento del Pontevedra en Poio
Entrenamiento del Pontevedra en Poio / PontevedraViva

Contar con una ciudad deportiva propia es una vieja aspiración del Pontevedra Club de Fútbol, un sueño que cobra más importancia si cabe viendo a sus rivales la próxima temporada en la Primera RFEF, y es que los granates se han quedado a la cola en lo que a instalaciones se refiere.

Más allá del Estadio Municipal de Pasarón, el club pontevedrés carece de campo propio para entrenar, y lo que es más importante, no tiene acceso a una instalación de césped natural para poder ejercitarse con regularidad, lo que sería ideal para la calidad de sus entrenamientos y para prevenir lesiones entre sus futbolistas.

El caso del Pontevedra, que durante la pretemporada ha centrado su actividad en los campos de Xeve y Poio (ambos artificiales), no es único en la tercera categoría del fútbol nacional pero sí le coloca en el vagón de cola.

Hasta 10 de los 20 equipos del grupo cuentan con un campo de hierba natural a su disposición, mientras que entre los que no lo tienen aparecen parches como el del Badajoz desplazándose dos o tres veces por semana a la cercana localidad portuguesa de Elvas o el de la Balompédica Linense, que ha establecido su sede esta pretemporada en el Marbella Football Center.

Entre los gallegos de hecho el Pontevedra es el único que centra su preparación en campos artificiales. Así el Racing de Ferrol, aunque con quejas habituales por el mal estado del anexo de A Malata, cuenta con un campo de dimensiones algo más reducidas de lo habuitual (93x58,5) pero de hierba natural, mientras que el Celta B se ejercita entre las ciudades deportivas de A Madroa y Afouteza (Mos). Caso aparte es un Deportivo que cuenta en Abegondo con unas instalaciones de 'Champions', con hasta 7 campos de césped natural de medidas similares a las de Riazor.

El resto de equipos que tienen la 'suerte' de poder trabajar a diario sobre césped natural se encuentran el Mérida, Alcorcón, Algeciras, Córdoba, Cultural Leonesa, Real Madrid Castilla y San Fernando, este último en un caso curioso al poder hacerlo gracias a un acuerdo con la Armada para utilizar sus instalaciones.

Por el contrario a la cola y condenados a campos sintéticos están, además del Pontevedra, el Linares, Rayo Majadahonda, UD Sanse, Unionistas, Fuenlabrada y Ceuta, además de un DUX Internacional de Madrid que sigue generando muchas dudas.