La Primera División del fútbol sala femenino está en su recta final y todos los equipos apuran sus opciones para conseguir sus objetivos. En este contexto, tanto Poio como Marín, que tienen encarriladas sus aspiraciones, serán jueces en la carrera de otros equipos por conseguir sus metas.
Así, las rojillas, asentadas en una cómoda tercera posición y con un colchón de tres puntos sobre el quinto, visitan este sábado a las 20 horas al Rayo Majadahonda, que está inmerso en la lucha por la permanencia, por lo que las de Manu Cossío tendrán que emplearse a fondo para regresar a Galicia con tres puntos que dejarían casi asegurada la presencia de las conserveras en la final a cuatro por el título.
Una final en la que estará con total seguridad el Burela, que a las 17 horas de este sábado, visita el pabellón de A Raña para medirse al Marín Futsal. Será un duelo muy desigual. No solo por las diferencias clasificatorias, presupuestarias y de plantillas que existe entre ambos conjuntos, sino porque las locales, con la permanencia ya conseguida, tienen un elevado número de bajas.
No podrá contar Raúl Jiménez con Gaby, ni con Inés, ni con Mar Fernández. Y Silvia Aguete será duda hasta última hora. Aun así, las marinenses no se rinden y pondrán toda su ambición y juego para dar la sorpresa ante uno de los favoritos a hacerse con el título, y que precisa los tres puntos para que el Atlético Navalcarnero no de distancie todavía más en el liderato.