La Sociedad Deportiva Teucro sigue sumido en una pesadilla de la que no es capaz de despertar. Aunque los jugadores de Irene Vilaboa disputaron uno de sus mejores partidos de la temporada, no fueron capaces de vencer al Alcobendas y han vuelto a sumar una nueva derrota que lo arrastra a lo más hondo de la clasificación de la División Honor Plata.
Las imprecisiones en ambas escuadras fueron la tónica predominante durante los primeros 12 minutos de duelo en los que el marcador se había movido para mostrar un empate a dos goles. Sin embargo, todo cambió a partir de ese momento. El Teucro endosó un parcial de dos goles, pero enseguida el Alcobendas devolvió las tablas a un partido que estaba siendo de lo más igualado y en el que el protagonismo estaba siendo de las defensas y de los guardametas.
Se alcanzaba el ecuador del primer acto y los azules lograban, por mediación de Martín Davila y Alejandro Pereiro, recuperar la pequeña renta de dos tantos que les daba un pequeño margen de error para un posible traspié, que llegó cuando el colegiado excluyó con dos minutos a Davila y dejó al Teucro con un jugador menos sobre la cancha (min. 23, 9-7).
En inferioridad numérica, los pontevedreses no fueron capaces de superar las llegadas del Alcobendas, que circulaba con rapidez para impedir que la zaga teucrista recuperara posiciones. De esta forma, en tan solo dos minutos, el Alcobendas devolvió el golpe con un 0-4 con el que ponía tierra de por medio (9-11).
Paró el cronómetro Irene Vilaboa y Álex Sánchez redujo distancias para los azules, que supieron salir vivos de una primera mitad que se saldó con un 10-11 que dejaba todo por decidir en la segunda mitad.
No salió de la mejor manera el Teucro del vestuario, que empezaba a mostrarse nervioso sobre todo cuando el Alcobendas se colocaba a tres goles de distancia a los cinco minutos de juego 12-15. Sin embargo, todavía quedaba mucho partido por delante y no estaba todo perdido, aunque las exclusiones de Davila y Caue Herrera en tan solo 15 segundos empezaban a presagiar la pesadilla en la que se iba a convertir el duelo. Pero fueron capaces los pupilos de Irene Vilaboa de aguantar el tirón rival sin dejar que esa diferencia aumentara, sino que fueron capaces de igualar la contienda en 17 goles y coger aire para los 20 minutos siguientes.
Se mantuvieron las tablas en el luminoso hasta alcanzado el minuto 14 de juego, cuando el técnico madrileño pidió tiempo muerto, dando con la clave para reforzar a su equipo y empezar a poner contra las cuerdas a los locales (min. 20, 21-24).
Fue el turno de que Vilaboa hiciera lo propio al ver que sus jugadores no estaban siendo capaces de superar los golpes del rival. Y aguantó lo que pudo el equipo pontevedrés, respondiendo cada ataque del Alcobendas de la misma manera, beneficiando el intercambio de goles a los visitantes, que veían cómo seguían pasando los minutos y tenían la victoria en bandeja. Sobre todo cuando se llegó al minuto 27 y el marcador mostraba un 25-29 que alejaba las opciones de victoria del Teucro en el limbo. Y aunque pelearon hasta el final los de azul, el Alcobendas jugó sus armas para llevarse los dos puntos al vencer finalmente por 28-32.
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