Aún no ha cumplido 19 años, y aunque llegó al Pontevedra directamente desde el Choco juvenil para formar parte del filial, se ha hecho un hueco de forma meteórica en la primera plantilla granate.
Miguel Román cumplió ante el Llanera su segunda titularidad consecutiva, coincidiendo con los dos triunfos de los de Ángel Rodríguez, y se ha ganado la confianza del técnico y también de los aficionados con dos actuaciones solventes en el centro del campo.
"Cuando me llama Toni en principio iba a tener ficha del filial y entrenar con los de arriba esperando tener alguna oportunidad. La verdad es que si me dicen esto en verano no me lo creo", reconoce a PontevedraViva el futbolista de Gondomar.
Pese a esta irrupción, Román mantiene los pies en el suelo asegurando que su único objetivo por el momento es "seguir entrenando como hasta ahora y que el míster confíe en mí para ponerme".
Por lo de pronto, un susto en forma de golpe en la rodilla le obligó a pedir el cambio en el último encuentro, pero el centrocampista ha pasado satisfactoria consulta médica y revela que "ya estoy bien", confiando en llegar "para Segovia, sin duda".
Miguel, que ha firmado por dos años, señala que "yo estoy encantado en Pontevedra y ojalá pueda estar mucho más tiempo", aunque prefiere no mirar demasiado hacia el futuro y sí hacia un presente esperanzador, que le ha hecho pasar de jugar en juveniles "en campos normales, en los que entran como mucho 200 personas, a un estadio como es Pasarón, de un equipo que estuvo en Primera o Segunda, y donde los aficionados te reciben como te reciben, la verdad es un cambio muy importante".
De hecho el 5 granate guarda ya en su memoria su estreno como titular en Pasarón, porque "salir del vestuario y ver como la gente grita, nos anima, canta el himno... quieras que no te crees ya un profesional".
Con todo, y aunque su adaptación ha sido muy buena, Miguel Román sigue pensando en aprender y progresar porque "el cambio de juveniles a sénior, y más a una liga como la Segunda RFEF, lo notas. El balón va mucho más rápido, las jugadas son más rápidas y más intensas", analiza. Claro que si eso llega jugando, sintiéndose importante en la plantilla y aún por encima ganando, todo es más sencillo.