El Arosa sigue imbatible en su andadura por la 2ª RFEF al sumar un punto que sabe a poco de la visita de la UD Llanera a la Lomba. Los de Vilagarcía, que llegaban a la cita con las ausencias de Róber y Álex Cobo, lesionados de gravedad, tuvieron muy mala suerte al encontrarse con los palos en un partido en el que los visitantes no hicieron nada por salir a por el triunfo (0-0).
El partido comenzó sin ocasiones para ambos conjuntos, que no eran capaces de llegar con claridad a sendas porterías rivales y, las pocas veces que llegaban, no atinaban entre los tres palos. Eso sí, el Arosa lo intentaba con jugadas más o menos trenzadas y el Llanera traducía sus momentos de dominio en situaciones de córner que no encontraban rematador.
La mejor oportunidad hasta el momento llegó en el minuto 35. Fue para el equipo arlequinado en una falta que lanzó Mon desde el vértice del área. Sacó un zurdazo que superó a la barrera y al portero pero el balón se estrelló en el larguero, propiciando una contra un tanto peligrosa para los visitantes que el Arosa fue capaz de parar con un rápido repliegue en su propia área.
De jugada aislada llegó la segunda del Arosa. Esta vez fue Luismi en el minuto 40 cuando cabeceó un centro desde la banda izquierda al anticiparse a su defensor, pero su remate se fue rozando el palo derecho de la portería de Miguel.
Todavía quedaba tiempo para un susto más y, en el último minuto de la primera mitad, el Llanera pudo adelantarse en el marcador. Romaric, que se anticipó a la zaga arlequinada, se quedó solo en el punto de penalti para sacar un tiro que se fue lejos de la portería de Manu Táboas.
Ya en la segunda mitad, el Arosa dominó con claridad, haciéndose con la posesión del esférico y llegando al área rival pero desperdiciando cada ocasión. Sobre todo Nuño, que hizo una pared perfecta con Luismi dentro del área pero su disparo se fue pegado a la escuadra. Quiso ajustar tanto el disparo que su disparo se fue desviado. El guardameta local seguía sin trabajo.
Siguió insistiendo el equipo de Jorge Otero con una presión alta que se intensificó con los cambios en sus filas imprimiendo un punto más de ritmo al partido pero sin abrir la lata, firmando un empate a cero que sabe a muy poco.