Tiene solo 21 años y acaba de hacer historia al conseguir un quinto puesto en su primera participación en unos Juegos Olímpicos, pero Antía Jácome no se conforma. La palista del Ciudad de Pontevedra todavía no ha asimilado por completo la hazaña lograda, que no ha sido todavía mayor por escasas dos décimas, pero no piensa ni un solo segundo en disfrutar del éxito y tomarse un merecido descanso.
"Tengo mundial en septiembre", comentó a PontevedraViva después de ser homenajeada por la Deputación. Y no piensa ir a Dinamarca de paseo. "Estoy con muchísimas ganas y a por una medallita", espetó con naturalidad.
Los recuerdos de su primera experiencia olímpica están todavía muy recientes y la piragüista es incapaz de hacer memoria y no esbozar una sonrisa. "Cuando terminé la regata no me lo podía ni creer, miré para los lados y no sabía ni como había entrado", revive. Segundos después pudo comprobar que acabó quinta "pero para nada fue una decepción sino que fue como decir: son mis primeros Juegos, acabo de conseguir un quinto puesto. He cumplido un sueño y con creces".
El camino a Tokio estuvo plagado de obstáculos. Fue la última española en conseguir un billete después de superar en un imponente mano a mano a su rival y amiga María Corbera."Este año pasé por muchas preparaciones. El primer selectivo, la copa del mudno, un segundo selectivo... Fue bastante duro, pero aprendo de cada competición que hago y creo que eso me hace tener más experiencia y me viene bien", asume la pontevedresa.
Ya en la capital nipona, las primeras semanas fueron de aclimatación y toma de contacto con el lugar de competición. Luego se metieron de lleno en una villa olímpica en la que vivió una experiencia inolvidable. "Fue increible, me encataría seguir estando allá por poder compartir la villa olímpica con los más grandes de España y del mundo... Coincidí con Pau y Marc Gasol. Fue increible estar comiendo al lado de ellos en una mesa. Yo soy una persona que acaba de empezar, si llego a verlo de pequeña, lucharía solo por poder vivir esta experiencia porque es única", confiesa con humidad.
De las grandes figuras del deporte nacional no recibió consejos, sino el apoyo sincero de un compañero. "Nos ven como iguales, se interesan por tí, te preguntan cómo ha ido la regata, cuándo compites... Está muy guay porque interactúas mucho con deportistas de muchos sitios y conoces a gente con la que nunca pensaste que ibas a poder intercambiar dos palabras. Son personas increíbles, las tenía en un altar y las sigo teniendo, pero son muy cercanas. No son ni chulitos ni nada, son personas que merece la pena conocer", asegura Jácome.
Pero su diario de experiencia emocionantes tiene todavía muchas páginas en blanco. Una de ellas la escribió al poner el pie en España y salir por la puerta del aeropuerto de Peinador. Allí esperaba su familia y sus compañeros de club. "Lloré bastante, no espraba tanta gente y que fuese así, fue muy especial", agradece todavía emocionada.
Para el próximo recibimiento ya queda menos porque Antía tiene entre ceja y ceja estar en la cita olímpica de París. Y promete no ir sola. "Estoy deseando competir con Antía Otero y poder compartir con ella esa experiencia". Tokio se le escapó por los pelos, pero más maduras y con el bagaje adquirido en este 2021 histórico, lo conseguirán.