Ni en sus peores pesadillas podía imaginarse Charles que un forcejeo con el deportivista Lara le iba a salir tan caro. Si ya de primeras la expulsión pareció exagerada, más lo fue después al conocer el castigo, dos partidos de suspensión.
La sanción en condiciones normales hubiese dejado al atacante 15 días en el dique seco, pero se ha convertido en el cuento de nunca acabar y en una auténtica pesadilla, porque debido a diversas circunstancias se va a alargar ya a mes y medio en lo que respecta a la liga.
Sólo la Copa del Rey le ha dado al brasileño algo de respiro, al haber participado en las eliminatorias frente al Cartagena y el Cádiz.
Por el contrario Charles cumplió su primer encuentro de suspensión en la última jornada del año, en Coruxo, quedando todavía la segunda de las fechas pendientes. Ese partido debía haber sido el del 10 de enero contra el Guijuelo, pero al haberse aplazado el delantero se perderá la visita del Rácing de Ferrol al Estadio Municipal de Pasarón.
Si no existen más contratiempos y como muy pronto, si se fija para ese día la jornada aplazada, el ariete granate regresará al once en un compromiso de liga el miércoles 20, o sino el domingo 24 de enero en el desplazamiento al campo del líder, Unionistas, 1 mes y 20 días después de sus expulsión frente al Deportivo.
Al menos, como alivio para Jesús Ramos, sólo suma a esa baja las ausencias por lesión de Romay y Adrián Cruz, estando el resto de la plantilla a su disposición.