"El 2020 ha sido un año muy bueno". Pocas personas podrían atreverse a realizar esta afirmación, pero el año de la covid-19 ha sido también el del salto a la élite nacional y europea del waterpolo para uno de los jugadores más prometedores de la piscina autonómica. Álex Andión, de solo 17 años, fue reclutado en el 2019 por el CN Sabadell y este año ha conseguido su primer título y ha disfrutado de numerosos minutos con uno de los mejores equipos de Europa.
Pero él no se conforma y ya mira de frente al 2021. "Soy más de ir día a día, pero me marco como objetivo asentarme ya en el primer equipo", sostiene con ambición el jugador más joven de la plantilla.
Aunque en el plano deportivo los resultados han sido más que satisfactorios, sí que admite Andión que ha sido un año "raro". Una vez metido en la dinámica de entrenamientos, que compaginaba con el cuadro juvenil y el absoluto, se produjo el estallido de la pandemia y la suspensión de las competiciones. "En marzo me tuve que volver a Pontevedra y estuve aquí hasta agosto", explica el waterpolista.
En la presente temporada, que comenzó en otoño y que todavía no ha finalizado, el joven pontevedrés se mantuvo en la dinámica del primer equipo disfrutando de numerosos minutos en partidos oficiales. Pero el éxito principal llegó con la victoria en la Supercopa de España. "No tuve minutos, pero sí que la estuve preparando con el primer equipo", afirma satisfecho.
Durante estos tres meses de competición, el waterpolo nacional no ha sido ajeno a la pandemia y a los contagios. De hecho, por positivos en el equipo y en rivales ha tenido que guardar cuarentena en repetidas ocasiones.
Con el parón invernal, Andión voló de nuevo a su ciudad pero la palabra descanso no está en su diccionario y, desde su llegada el 22 de diciembre hasta que regrese a Catañuña el 3 de enero, no ha dejado de entrenarse. Y el equipo que lo formó, el CW Pontevedra, lo ha acogido con los brazos abiertos.
"El reencuentro fue muy bueno, mis compañeros me han felicitado por lo que he conseguido", sostiene agradecido. No solo sus compañeros de vestuario, también su entrenador, Javi de Saa, fundamental en su desarrollo como deportista, le dio la enhorabuena. "Me ha felicitado y en los entrenamientos le dice a los compañeros que se fijen en mí", relata encantado por poder transmitir a sus compañeros de equipo su aprendizaje en una liga tan exigente.
"Aquí competimos contra cuatro equipos, en Cataluña hay veinte", contrapone el prometedor deportista para explicar la diferencia de nivel que existe entre ambas comunidades. Aun así, Andión destaca el potencial del waterpolo gallego y está convencido de que en los próximos años más jugadores seguirán sus pasos.
Mientras tanto, el afronta su carrera con ambición. Está convencido de su capacidad para triunfar en el Sabadell, pero no descarta hacer las maletas si las puertas del primer equipo no se le abren. Además, el próximo año terminará su etapa en el instituto para dar el salto a la universidad, estudiará Ciencias del Deporte en la Universidad Autónoma de Barcelona, la ciudad de acogida de la principal perla del waterpolo gallego.