Con un "frío que cortaba" y tanto la victoria en Copa del Rey como la derrota en Coruxo ya asimiladas, el Pontevedra da por rematadas sus vacaciones de Navidad y vuelve a enfundarse el mono de trabajo. Todos los jugadores del primer equipo, salvo los lesionados Romay y Adrián Cruz, se han puesto este lunes de nuevo a las órdenes de Jesús Ramos para preparar la vuelta a la competición, que será el 7 de enero contra el Cádiz en Pasarón.
"Todos en perfecto estado y con muchas ganas", destacó el entrenador granate acerca del regreso de las vacaciones de sus futbolistas. El próximo partido está todavía muy lejos, por lo que el plan de trabajo se centrará en "trabajo genérico y en el modelo de juego", señaló Ramos descartando aumentar la carga física a modo de pequeña pretemporada.
El mercado de fichajes todavía está cerrado, pero tanto en el vestuario como en las oficinas de Pasarón esperan cerrar la llegada de un jugador. Las lesiones de Romay, que no volverá a jugar esta temporada, como la de Cruz, en el dique seco hasta febrero; dejan la parcela del centro del campo huérfana. "Teníamos cuatro jugadores para esas dos posiciones y sí que ahora nos quedamos un poco cojos. Pero son cosas que pasan y hay que saber convivir con ellas", asume el técnico.
Sin ninguna clase de prisas ni presiones hacia la dirección deportiva, el preparador marinense no se marca fechas para la llegada de un sustituto, pero admite que "cuanto antes mejor". Aun así, es consciente de que muchas veces el jugador elegido tiene asuntos que resolver con su club de procedencia que pueden retrasar su llegada.
Lo que sí tiene más claro Ramos es el perfil de futbolista que quiere: un centrocampista "versátil". "Que pueda adaptarse al pivote si jugamos con doble pivote o que pueda jugar también como interior", expone.
Un recambio para Romay es todo lo que espera el entrenador del Pontevedra de este mercado invernal, aunque "en esto nunca se sabe", señaló en referencia a posibles salidas o refuerzos en otras posiciones. "Yo estoy muy contento con lo que tenemos y en principio no espero más", subrayó.
En el aspecto puramente deportivo, Ramos también se mostró satisfecho con el rendimiento del equipo y quiso relativizar la derrota sufrida en el último partido de liga, así como destacar la victoria frente al Cartagena como "uno de los mejores partidos" de su Pontevedra. "La Segunda B es una categoría muy especial, con campos pequeños, pesados", argumentó tratando de explicar cómo los suyos pudieron caer con estrépito en O Vao y en pocas horas demostrar tanta superioridad ante un rival de otra categoría.
"De los errores también se aprende", concluyó Ramos para pasar página de la última derrota confiado en que ese mal resultado sirva para corregir defectos y tomar impulso.