Ofertas falsas y clausulazo de 800 millones de pesetas: Así se gestó el fichaje de Canabal por el Real Madrid
Por Diego Espiño
Muchos aficionados del Pontevedra recuerdan todavía a día de hoy a Manolo Canabal. Forjado en las categorías inferiores, el espigado delantero de Forcarei destacó en el primer equipo granate en la campaña 94-95 antes de iniciar un periplo por el fútbol profesional que le llevó incluso a ser fichado por el Real Madrid a golpe de talonario. Canabal pasó después por otros equipos en la élite antes antes de volver a club de su corazón, en Pasarón y en Segunda División, aunque una inoportuna lesión de espalda le empujó prematuramente a la retirada.
Ahora el delantero vive alejado del fútbol, pero su figura ha vuelto a la primera plana gracias al libro 'Historias de Mérida. 19+12 relatos de su época dorada', del periodista José Antonio Reina y editado por Círculo Rojo. En él se recogen una sorprendentes revelaciones José Fouto, presidente del Mérida en la década de los 90.
Según ha explicado el autor en unas declaraciones recogidas por la Agencia EFE, Fouto reconoció haber pedido a los dirigentes del Real Club Deportivo y Atlético de Madrid, Augusto César Lendoiro y Jesús Gil respectivamente, que le remitiesen falsas ofertas por escrito por el delantero.
Este supuesto interés habría provocado el recelo del Real Madrid de Lorenzo Sanz, y es que el entrenador Fabio Capello había quedado prendado de Canabal por su buen rendimiento en Mérida en la 96-97, en la que anotó una decena de goles colaborando en el ascenso de los extremeños a Primera División. Así, ante el temor de quedarse sin el jugador, el conjunto madrileño terminó pagando su cláusula de rescisión, fijada en 800 millones de pesetas de la época convirtiendo al canterano granate en el jugador gallego más caro de la historia en ese momento.
El resto de la historia es conocida por la mayoría. Canabal, sin apenas oportunidades en un Madrid en el que había cambiado la dirección técnica en favor de Heynckes, salió cedido a mitad de temporada al Valladolid, aunque fue miembro de la plantilla que logró ese año la Copa de Europa, cobrando la pertinente prima por ello.
El de Forcarei firmó un contrato de 5 años con el club de la capital, con una cláusula de rescisión de 8.000 millones de pesetas, aunque finalmente su periplo en Primera División estuvo ligado al Real Valladolid, Alavés, Rayo Vallecano y especialmente Málaga, donde permaneció cuatro temporadas.