El confinamiento obligó a modificar rutinas en todo el mundo. El taekwondo, un deporte de contacto, no fue ajeno y los entrenadores tuvieron que improvisar nuevos métodos para conseguir que la progresión de sus pupilos no se estancara. Es el caso de Miguel Cortegoso, del Mace Sport de Pontevedra, que a lo largo de la cuerentana ofreció infinidad de posibilidades a sus aprendices para seguir perfeccionando su técnica desde casa.
"La intención era mantener el contacto, primero empezamos por Whatsapp. Yo le enviaba vídeos y ellos los repetían para que yo los corrigiese. Pero había días que me tiraba hasta las dos de la mañana corrigiendo", recuerda el entrenador. Con la necesidad de agilizar las correcciones, dieron el salto a los directos. "Buscamos algo más rápido y empezamos a hacer directos por Instagram, Youtube o Zoom", relata el técnico.
Sin embargo el rendimiento fue decayendo con el tiempo, admite resignado. "Al principio estaban muy ilusionados, querían salir en la tele y alguno incluso hacía mal los ejercicios aposta para poder repetirlos", confiesa entre risas. Sin embargo, la desescalada y llegada del buen tiempo llevó a los alumnos a buscar otros entretenimientos. "Lo que más les afecta es el sol, los que tienen finca prefieren salir a tomar el aire. Alguno dejaba la cámara encendida y cuando le tocaba no estaba y estaba en el jardín", reconoce el entrenador.
Con el inicio de la desescalada y los primeros permisos para salir a la calle, regresan las ganas por volver al tapiz. "A las ocho salimos a correr y hacemos nuestros ejercicios, aunque también sigo con las clases en directo a las seis", explica Cortegoso. Pero su labor no acaba ahi, para enriquecer los entrenamientos de sus pupilos, el técnico está realizando visitas a sus domicilios o sesiones en su propio jardín. Además, les presta el material necesario a cambio de que graben un vídeo diario.
Durante esta temporada, no solo hubo entrenamientos. También se realizaron campeonatos a través de las redes sociales, pero los resultados no fueron del todo satisfactorios. Explica el propietario del Mace Sport que en muchas ocasiones los problemas de conexión impedían a los jueces ver con claridad los movimientos y obligaban a los competidores a repetir, otros grababan sus acciones hasta lograr el resultado ideal antes de enviarlas a los árbitros y cuando se realizaban en directo las esperas se hacían eternas. "Algunos tenían que entrar a las 10 y no lo hacían hasta las 16 horas", expone el técnico.
Aun así consiguieron varias medallas en diversos campeonatos, "nos las envían por correo, pero aun no las recibimos", afirma entre risas el entrenador que está promoviendo ahora un torneo digital a nivel gallego de técnicas de combate.
La mejora de la situación sanitaria anima al optimismo y si Pontevedra entra el día 25 en la Fase 2 de la desescalada, Miguel Cortegoso confía en poder retomar las clases presenciales. "Tengo ya un plan de entrenamiento y tenemos instalaciones, con una sala de taekwondo de más de 100 metros cuadrados, para cumplir con todas las normas de seguridad. Estoy muy ilusionado", reconoce el entrenador que durante la cuarentena vio reducido el número de matriculados de los 200 a menos de 20.